NUEVA YORK.– Una anormalidad del colon que puede desestimarse fácilmente es el tipo de lesión que más probabilidad tiene de hacerse cancerosa y es más común de lo que se pensaba. El hallazgo surge de un estudio de colonoscopia, la técnica de diagnóstico que utiliza una cámara para examinar la cubierta del intestino. Generalmente, los médicos buscan pólipos, crecimientos anormales que se elevan del revestimiento interno del colon y pueden transformarse en un tumor maligno. Pero hay otro tipo de lesión que es mucho más peligrosa y más difícil de ver, porque es chata o deprimida y similar en color a un tejido sano.
Investigadores japoneses se preocuparon por estas lesiones planas en los años ochenta y noventa, pero los estudios no arrojaban resultados concluyentes y los médicos norteamericanos tendían a pensar que eran menos comunes y menos peligrosas en los Estados Unidos. El nuevo estudio, que fue publicado por la revista Journal of the American Medical Association , sugiere lo contrario.
Aunque algunos médicos están atentos a estas lesiones planas, los hallazgos plantean un desafío, porque se requiere un ojo entrenado para verlas y técnicas especiales para removerlas.
Los resultados también significan que es especialmente importante que los pacientes tomen los fuertes laxantes que muchos temen cuando se realizan un estudio. Las lesiones planas, difíciles de hallar incluso en las mejores condiciones, son imposibles de detectar en presencia de cualquier desecho presente en el intestino.
El cáncer de colon es uno de los pocos cánceres que es completamente prevenible, si las lesiones precancerosas son detectadas y removidas; también puede curarse con cirugía si se detecta precozmente.
Las personas que se hayan sometido recientemente a una colonoscopia no deberían correr a hacerse otra sólo para que les detecten estas lesiones planas, dijeron los médicos consultados. "No pienso que haya que entrar en pánico", dijo el doctor David A. Rothenberger, jefe de cirugía de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos.
Pero él y otros expertos coinciden en que hay que consultar al médico toda vez que se tengan síntomas persistentes asociados con el cáncer de colon, como sangrado rectal o un cambio en los hábitos de evacuación (sin importar qué tan recientemente uno se haya sometido a una colonoscopia). El estudio es altamente confiable, pero no es perfecto, dijeron los médicos.
Algunos médicos que realizan colonoscopias no son tan buenos en la detección de las lesiones planas, pero pueden mejorar con entrenamiento y práctica, dijo el doctor Douglas K. Rex, profesor de la Universidad de Indiana, Estados Unidos. "Pienso que muchos esperan que todo tenga la forma de una pelota de golf -dijo el gastroenterólogo-. Pero no es así."
Toque de atención
El estudio en cuestión, realizado en 1819 personas, en su mayoría hombres, halló que las lesiones planas y las deprimidas representan el 15% de todas las potencialmente tumorales, pero están involucradas en la mitad de los cánceres. Cuando los especialistas identificaban una de estas lesiones, le aplicaban un spray con una tintura azul para ver bien sus bordes y removerla completamente.
El primer autor del trabajo, Roy M. Soetikno, del Sistema Médico de Veteranos de Palo Alto, dijo que "el mensaje para los médicos es que estos precursores del cáncer son importantes, y que hay que ofrecer colonoscopias de calidad".
El mensaje para los pacientes es que cuando se preparen para una colonoscopia, tienen que seguir las instrucciones al pie de la letra y tomar los odiosos laxantes para asegurarse de que su intestino esté vacío para que los médicos puedan ver la mucosa. Los estudios muestran que en alrededor de un cuarto de las colonoscopias, la preparación es inadecuada.
La calidad de las colonoscopias se ha transformado en un problema delicado. En diciembre de 2006, un artículo publicado en The New England Journal of Medicine afirmó que algunos médicos son diez veces mejores que otros en la identificación de pólipos precancerosos.
El doctor Robert Smith, director de control diagnóstico de la Sociedad Norteamericana del Cáncer, dijo que las lesiones planas son un "problema inquietante" que provoca muchas discusiones entre los médicos.
Por Denise Grady
De The New York Times
El Mundo, España
LESIONES PRECANCEROSAS
Pólipos planos, los otros precursores del cáncer de colon
MARÍA VALERIO
MADRID.- La mayoría de los tumores colorrectales evolucionan a partir de pequeños bultitos que crecen en la pared del colon denominados pólipos, unas lesiones que han centrado los esfuerzos de los especialistas para extirparlas a tiempo, sin dejar que llegue a desarrollarse el cáncer. Sin embargo, desde hace tiempo se sospecha que existen otras precursoras, más planas que los pólipos y más difíciles de identificar, que también podrían jugar un papel clave en el desarrollo tumoral. Un trabajo en la revista 'JAMA' lo confirma.
Estas lesiones, denominadas pólipos planos, comenzaron a dar que hablar en la década de los noventa, a raíz de algún estudio japonés que mencionaba su existencia entre la población nipona. Sin embargo, hasta ahora no estaba muy claro que los occidentales también tuviesen este tipo de lesiones aplanadas en la pared de su colon y, sobre todo, los científicos no se ponían de acuerdo sobre si son o no precursoras malignos del cáncer colorrectal.
Para confirmarlo, un equipo del Departamento de Veteranos de Palo Alto (en California, EEUU), estudió a 1.819 pacientes (en su mayoría varones, veteranos de guerra) que se habían sometido a una colonoscopia: bien porque tenían algún síntoma (hemorragias en las heces, por ejemplo), como parte de algún programa de 'screening' para detectar precozmente el cáncer de colon o como técnica de vigilancia por sus antecedentes familiares.
El equipo de Roy Soetikno explica en su trabajo que estas lesiones planas son más difíciles de detectar que los pólipos tradicionales, precisamente porque se 'camuflan' fácilmente en la mucosa del colon gracias a su forma aplastada o un poco deprimida (metida hacia dentro). Para aprender a detectarlos, desde 1999 hasta 2003, estos expertos llevaron a cabo un intensivo programa de formación en colaboración con colegas japoneses, más habituados a 'ver' pólipos planos con sus endoscopios.
¿Y ahora qué?
El análisis que esta semana publica 'The Journal of the American Medical Association' concluye que el 9,35% de los participantes tenía pólipos planos en el colon (una cifra que representa el 15% de todas las neoplasias que se localizaron). Además, independientemente de su tamaño, éstos eran 10 veces más propensos a contener células malignas que sus equivalentes abultados, aunque cuando se ajustó esta comparación, a igualdad de tamaño, esta diferencia entre unos pólipos y otros se reducía a la mitad.
Una vez confirmada su existencia en una población occidental con tanta claridad, un editorial en la misma revista se pregunta: "¿Qué implicaciones tiene esto?". Según el autor de este comentario, el especialista de la Universidad de Oregon David Lieberman, estas conclusiones ponen de manifiesto en primer lugar que con la actual colonoscopia (tanto la tradicional como especialmente con la digital) podrían pasarse por alto patologías del colon importantes. Y añade que estas lesiones, difíciles de discernir en la exploración, y más aún de extirpar adecuadamente gracias a su 'camuflaje' "podrían ser responsables de los llamados tumores de intervalo [aquellos que aparecen en el plazo que transcurre entre una colonoscopia y la siguiente]".
Precisamente por esto, Lieberman sospecha que estas observaciones tendrán alguna implicación en el llamado 'screening' colorrectal (los programas diseñados para detectar a tiempo un tumor entre la población general sin síntomas). En este sentido, el doctor Enrique Cos, jefe del Servicio de Digestivo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, explica a elmundo.es que el estudio sienta "una columna científica de evidencia muy importante", pero reconoce que la realidad luego no es tan sencilla.
"Implementar un programa de detección precoz mediante colonoscopia es muy complejo, porque requiere unas infraestructuras muy complejas y porque no toda la gente sana, sin ningún síntoma, está dispuesta a hacerse fácilmente esta prueba que resulta molesta", señala. "Y no hay peor campaña que la que no se ha podido hacer".