Los comprimidos vaginales que contienen una baja dosis de estrógeno alivian el malestar que provoca la llegada de la menopausia en esa área, según indica un estudio publicado en “Obstetrics and Gynecology”.

Cuando una mujer entra en la menopausia, la reducción de los niveles de estrógeno debilita el tejido vaginal. Esto puede producir una inflamación, vaginitis atrófica, cuyos síntomas incluyen sequedad, irritación y dolor durante las relaciones sexuales.

La terapia hormonal sustitutiva es un tratamiento para ese problema, pero dados los riesgos para la salud de las terapias hormonales orales, muchas mujeres buscan una alternativa.

Una opción son los comprimidos con estrógeno que se colocan directamente en la vagina, los cual, a su vez, reduce el riesgo de efectos adversos.

Investigadores analizaron la efectividad de estos comprimidos con una dosis baja de estrógeno (10 o 25 microgramos de estradiol).

Aleatoriamente, 230 mujeres posmenopáusicas usaron los comprimidos con una dosis alta, baja o un placebo dos veces por semana, durante 12 semanas. Después, todas las participantes tuvieron la opción de seguir usando por un año la dosis más alta.

En la primera etapa del estudio, las dosis alta y baja aliviaron la sequedad, la irritación y el malestar vaginal. Los beneficios fueron mayores en el grupo que usó la dosis más alta.

Las mujeres que siguieron usando la terapia continuaban manteniendo la mejoría general se mantenía al año, precisó el equipo dirigido por la Dra. Gloria Bachmann, de la University of Medicine and Dentistry of New Jersey (Estados Unidos)

El equipo no observó efectos adversos graves durante el año de seguimiento. Los efectos secundarios posiblemente relacionados con el tratamiento incluyeron cefalea y dolor de espalda y abdomen, como ocurrió en estudios previos.

Los resultados, según el equipo, sugieren que el uso vaginal de estrógeno en dosis bajas es seguro para el alivio de los síntomas de vaginitis atrófica a largo plazo.