Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) han descubierto que las variantes de una localización genética asociada a la artrosis también afectan a la estatura de un individuo. Las conclusiones de la investigación se publican en la edición digital de "Nature Genetics".
El análisis genético de amplio espectro realizado indica que podría existir un vínculo entre la altura y la artrosis, que podría estar mediado por las alteraciones en el crecimiento y desarrollo óseo. Anteriores estudios han identificado genes asociados a la estatura en la población general y variantes genéticas raras asociadas con la altura y enfermedades genéticas.
Los investigadores, dirigidos por Karen Mohlke, informan sobre marcadores genéticos en el genoma de alrededor de 6.500 individuos y un análisis de seguimiento de casi 30.000 personas.
Describen cómo variantes comunes en GDF5-UQCC pueden afectar a la altura en alrededor de medio centímetro. Esta región, emparejada con la antes identificada HMGA2, supone un pequeño porcentaje de la variabilidad en la altura, de la que un 80% sigue sin ser explicada por los estudios científicos.
Según los autores, parece probable que muchas de las variantes que influyen en la estatura puedan tener efectos pequeños similares, pero posteriores estudios de seguimiento podrían ser relevantes no sólo en el caso de la altura sino también en lo que se refiere a enfermedades musculoesqueléticas o de otro tipo.