"The New England Journal of Medicine"

Cafeína en recién nacidos muy prematuros

La administración de esta sustancia con el fin de regular la respiración provoca que sean menos propensos a desarrollar parálisis cerebral y retraso cognitivo.

Los neonatos muy prematuros a los que se administra cafeína para regular su respiración tienen una incidencia menor de discapacidades a los 2 años de edad, según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad McMaster en Hamilton (Canadá) que se publica en "The New England Journal of Medicine".
 
Los investigadores estudiaron a más de 2.000 recién nacidos prematuros que fueron tratados con cafeína o con placebo. Los resultados muestran que los niños que recibieron cafeína eran menos propensos a desarrollar parálisis cerebral y retraso cognitivo.
 
La cafeína y fármacos similares han sido utilizados durante más de 30 años para hacer más regular la respiración de los recién nacidos muy prematuros, pero no existía un conocimiento suficiente sobre los beneficios y riesgos de esta terapia.
 
En el estudio participaron bebés que pesaron al nacer entre 500 y 1.250 gramos y que tenían riesgo de apnea, debido a la inmadurez de su organismo. La apnea se produce en alrededor del 85% de los niños que nacen antes de las 34 semanas de gestación. El estudio seguirá con el seguimiento de estos niños hasta que cumplan los 5 años.
 
Según explica Bárbara Schmidt, investigadora principal, los últimos resultados mostraron que el 46% de los neonatos que recibían placebo murieron o sobrevivieron con una discapacidad del desarrollo neurológico. Entre aquellos que recibieron la terapia de cafeína sólo el 40% mostró una progresión desfavorable hacia el momento en el que alcanzaron el final de su segundo año de vida.
 
"De todos los fármacos que se utilizan en las unidades de cuidados intensivos neonatales, la cafeína es el primero que ha mostrado reducir la discapacidad a largo plazo en los niños muy prematuros", señala la Dra. Schmidt. La cafeína redujo las tasas de parálisis cerebral y retraso cognitivo, pero no mostró ningún efecto sobre las tasas de mortalidad, ceguera bilateral y pérdida grave de audición.
 
Según Schmitd, la mitad de los efectos beneficiosos del tratamiento a los 2 años de edad se explican porque los bebés que recibieron la cafeína pudieron prescindir antes de los sistemas de respiración asistida. "La ventilación es una espada de doble filo porque, aunque les salva la vida, también produce lesiones en los pulmones inmaduros, muy susceptibles de daño", concluyen los autores.

New England Journal of Medicine 2007;357:1893-1902