Pablo Hacker - Clarín
Tres tiros quebraron la tranquilidad del barrio de Caballito a las 20.30 de ayer, cuando un hombre de unos 50 años fue asesinado de tres balazos en la esquina de Chaco y pasaje El Maestro. No hubo testigos directos del hecho, pero una mujer que trabaja en una inmobiliaria a sólo cinco metros de donde cayó muerto el hombre escuchó los disparos y salió a la vereda segundos después. Sólo alcanzó a ver a una persona que huía en una bicicleta, la víctima desplomada en el piso y sangre en la vereda. "Estoy segura de que era una mujer la que disparó. Pero estaba vestida como un hombre, y tapada con gorro y bufanda."
Los vecinos de esta zona tranquila y silenciosa de Caballito, a una cuadra del Parque Rivadavia, aseguran que la víctima es un conocido cardiólogo que vive a la vuelta, en Doblas 129. El médico es conocido en el barrio y el cuerpo quedó a la vista por unos minutos hasta que llegaron la Policía y los peritos. "Era una mujer, pero disfrazada. Alcanzamos a ver cuando escapaba, pero no le vimos la cara", dijo una vecina que prefirió no dar su nombre.
Fuentes policiales confirmaron lo que relataron los vecinos a Clarín. Pero anoche no aseguraban si se trataba de una mujer. Sí se sabe que dos tiros pegaron de lleno en la cabeza y un tercero en el estómago de la víctima. El hombre murió en el instante. Poco después llegaron los patrulleros de la comisaría 10ª y unos minutos más tarde la ambulancia. Ya no había nada que hacer. La Federal cerró la cuadra con cintas y sacó a los curiosos. Ayer a la noche, los agentes trabajaban con los testigos para dar con el culpable. Y varios patrulleros recorrían el barrio.
Sobre las hipótesis del asesinato nada se dijo oficialmente. Pero los vecinos que conocían a la víctima repetían la misma versión: quien mató al cardiólogo habría sido su amante. Este dato no fue confirmado ni desmentido por la Policía. El portafolios del médico quedó tirado en el piso sin que aparentemente le hubieran robado nada. El asesino huyó rápidamente en una bicicleta por la calle Chaco, tapándose la cara con una bufanda y cubriéndose la cabeza con un gorro. El arma utilizada sería una 9 milímetros. Pero todavía quedan muchos interrogantes.