Creen que puede ser útil para que en una mujer con un tumor poco avanzado pueda cambiarse de inmediato la droga si no hay una respuesta satisfactoria.
Valeria Román
En los Estados Unidos, los médicos ya están ofreciendo a las mujeres que padecen cáncer de mama la opción de recibir una quimioterapia antes de pasar por la cirugía. Hasta ahora, lo tradicional era someterse primero a la cirugía y, dependiendo del caso, recibir después la quimioterapia. Aunque la nueva tendencia aún no está estandarizada, hay oncólogos que la promueven porque dicen que aporta sus ventajas. Entre ellas, poder cambiar al instante la droga si no hay respuesta inmediata.
"Usar la quimioterapia antes de la cirugía no implica ningún riesgo para las pacientes con cáncer de mama", dijo ayer por teléfono a Clarín Ana María González Angulo, profesora de oncología y biología de sistema del prestigioso hospital Anderson Cancer Center, en Houston, en Texas.
Hasta ahora, la quimioterapia antes de la cirugía para tratar el cáncer de mama (se calcula que ocurren entre 15.000 y 18.000 nuevos casos por año en la Argentina) se restringía a un grupo de pacientes. "Su indicación es obligatoria en los casos de carcinoma local avanzado y en carcinoma inflamatorio", señaló la investigadora.
En esos dos tipos de cánceres de mama, los tumores no pueden operarse tal como están. Por lo cual, se administran fármacos quimioterápicos para reducir el tamaño de los tumores y después operarlos. El debate por el tratamiento se abre, entonces, con el resto de las pacientes. Es decir, con los tumores más chicos. En la Argentina, lo común es practicar la cirugía en ese grupo.
En los Estados Unidos, está creciendo la sugerencia de aplicar primero la quimioterapia. "La sobrevida y la remisión es igual, si se aplica la quimioterapia antes o después de la cirugía. Hubo estudios científicos publicados en 1997 y 1998 que lo demostraron", afirmó González Angulo. "En nuestro centro, la aconsejamos antes en tanto permite practicar más cirugías conservadoras de la mama. Y hemos observado que hasta el 50 por ciento de los tumores casi desaparecen antes de practicar la cirugía".
También contó que los monitoreos que les hacen a las pacientes en su centro consisten en varios estudios, incluyendo una prueba que sigue los cambios moleculares del tumor. "Estos estudios nos permiten hacer investigaciones científicas y encontrar más blancos terapéuticos contra el cáncer", agregó.
La decisión de cuándo dar la quimioterapia está en debate. Hasta el momento, ninguna asociación médica tomó una posición unánime. Depende del médico que elija y no de lineamientos fijos.
"Yo soy de la idea de dejar que las pacientes sepan cuáles son sus alternativas", dijo a la agencia AP Minetta Liu, del Hospital de la Universidad de Georgetown, quien estima que alrededor del 10% de sus pacientes eligen el tratamiento previo a la operación si es que lo necesitan. "No se les pide que hagan algo que vaya a tener un impacto negativo en su supervivencia. Simplemente, es algo que podría resultarles de ayuda".
En cambio, Clifford Hudis, del Centro contra el Cáncer Memorial Sloan-Kettering, opinó que prefiere esperar que se realicen más estudios antes de que esta nueva tendencia de tratamiento se haga rutinaria. "No debe de ser usada... por el simple hecho de que existe", dijo Hudi.
A pesar de las diferencias, todos concuerdan en que las consultas tempranas y los tratamientos más efectivos consiguieron bajar la mortalidad en un 5% desde 1990 hasta ahora. En ese cambio, fueron claves las mamografías: según el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. las mujeres de 40 años o más se deben hacer una cada 1 ó 2 años.
"Cada paciente es un mundo"
Oscar Angel Spinelli
ospinelli@clarin.com
Un prestigioso oncólogo argentino solía decir: "Cada paciente es un mundo". Resumía así el concepto universal de que las terapias dependen de todas las variables en juego. Sin dejar de lado la premisa, hoy la medicina se reactualiza constantemente. El objetivo es lograr una mayor efectividad y, también, evitar excesos en la aplicación de tratamientos. Por caso, en España hay un fuerte debate por el gran número de mastectomías innecesarias. Así, a la noticia de estas páginas debería dársele cierto crédito. En abril salieron publicados en la revista científica "Science" los resultados de una recopilación de estudios sobre el tema de Cochrane Collaboration, una prestigiosa entidad del Reino Unido. Allí se mostraban los resultados de 14 pruebas que involucraban a 5.500 mujeres. La quimioterapia previa a una eventual cirugía reducía el número de mastectomías y el riesgo de infecciones.
SALUD : OPINIONES
"Deberá ser motivo de más estudios"
Aníbal Nuñez De Pierro
Pte. Sociedad Argentina de Mastología
"La quimioterapia se usa como primer tratamiento antes de la cirugía en casos en que las pacientes tienen un tumor localmente avanzado y en algunos casos en los que no se puede aplicar de inicio cirugías conservadoras. En estas situaciones, hay consenso en cuanto a la validez del recurso.
El debate hoy está con las pacientes que no tienen tumores grandes o localmente avanzados de mama y que pueden ser sometidas directamente a la cirugía conservadora o a la mastectomía en condiciones favorables. En esos casos, la quimioterapia previa no modifica la supervivencia de la mujer. Sólo achica el tumor.
Si se aplica la quimioterapia y el tumor responde, puede ser un indicio para el tratamiento posterior a la cirugía. Pero hay un riesgo pequeño de progresión del tumor durante la quimioterapia. Por lo tanto, la indicación de quimioterapia previa deberá ser motivo de más estudios".
No es una opción común en el país
Reynaldo Chacón
Oncólogo Instituto Fleming
"Hay tres tipos de quimioterapias para cáncer de mama. Una es la que se administra después de las cirugías y se llama adyuvante. Así, se consigue una mayor tasa de curación.
La segunda opción es la quimioterapia para evitar la mastectomía, es decir, la extracción completa de la mama. En estos casos, se usa la quimioterapia primero y después se hace una cirugía conservadora (se extirpa el tumor y el tejido que lo rodea solamente).
La tercera opción está siendo estudiada en la investigación clínica. Se llama quimioterapia por inducción. Permitiría probar la quimioterapia antes de la cirugía. Si el tumor responde, la paciente podría seguir con la misma droga después de la cirugía. Pero tiene una contra: si el tumor no responde a la quimioterapia, podría crecer. Entonces, podría perder la oportunidad de agarrar a tiempo al tumor con la cirugía. En la Argentina, esta última opción no es estándar".