Análisis de 30 trabajos

El falso mito de la vitamina C para el resfriado

Este micronutriente acorta los catarros y alivia los síntomas, pero no los previene . En el caso de maratonianos o esquiadores sí reduce un 50% el número de resfriados.

(Foto: José María Presas)

ISABEL F. LANTIGUA

MADRID.- Durante más de 60 años el papel de la vitamina C para prevenir los resfriados comunes ha sido objeto de controversia. Una última revisión de más de 30 ensayos en los que han intervenido 11.350 participantes zanja la cuestión al afirmar que "hay claras evidencias que muestran que no tiene sentido tomar suplementos de vitamina C todo el año, ya que no reduce la incidencia de los catarros".

Aunque esta sustancia es muy popular entre la gente para no 'pillar' un resfriado "hemos comprobado durante varias décadas que no es la panacea", afirma Harri Hemilä, del departamento de Salud Pública en la Universidad de Helsinki (Finlandia) y uno de los autores de esta revisión que se publica en el último número de 'The Cochrane Library', una publicación que revisa las evidencias científicas sobre un tema.

Los 30 ensayos analizados muestran que la utilización de suplementos de vitamina C todos los días –una práctica bastante extendida- para prevenir los catarros "no está justificada, puesto que este efecto no se ha comprobado en la población general". Sin embargo, Hemilä explica que "sí tenemos evidencias de que el micronutriente acorta la duración de los resfriados y alivia sus síntomas".

No obstante, los trabajos muestran que en el caso de las personas que realizan deportes como maratón o esquí o que viven en ambientes muy fríos son útiles los suplementos de vitamina C, que pueden reducir hasta un 50% el número de resfriados anuales, según afirman los autores de la revisión.

Un día menos con catarro

El análisis expone que, tanto en adultos como en niños, la vitamina C reduce la duración de los resfriados, pero los autores afirman que "para tres catarros que se pueden tener al año no parece conveniente recomendar que se tomen suplementos de vitamina C los 365 días".

Las estimaciones sugieren que estas vitaminas tan sólo reducirían la duración del resfriado de 12 a 11 días al año en los adultos y de 28 a 24 en el caso de los menores de 12 años, que los padecen más a menudo.

Ante estos datos, Harri Hemilä afirma a elmundo.es que "el mejor consejo que puedo dar es que la vitamina C es barata y segura, incluso en altas dosis, así que una persona con catarro puede probar a tomarla durante el resfriado y si nota que le ha ido bien volver a hacer lo mismo cuando padezca el siguiente. Por el contrario, si no le ayuda ni le alivia los síntomas parece claro que no es útil seguir tomándola".

La influencia de Pauling

Desde el descubrimiento de la vitamina C en 1930 se ha puesto en tela de juicio su capacidad para tratar desde infecciones pulmonares a resfriados. En 1970 el químico Linus Pauling, Premio Nobel, popularizó su uso regular. Su libro 'Vitamina C y el resfriado común' animó a muchas personas a tomarla a diario.

La defensa que Pauling hacía de la vitamina C llevó a que se realizaran numerosos ensayos en distintos países durante la siguiente década y aunque sus resultados fueron algo confusos ninguno apoyaba las teorías del Nobel.

Para Wallace Sampson, fundador de la 'Revista Científica de Medicina Alternativa' y profesor en la Universidad de Stanford, "a pesar de que las evidencias señalan que la vitamina C no protege de los catarros, este remedio sigue siendo muy popular, porque mucha gente quiere creer que funciona, aunque sepa que no". Sampson señala que Pauling, con el que debatió sobre el tema en radios y revistas, era "demasiado optimista respecto al efecto de la vitamina C".

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Triglicéridos en ayunas y riesgo cardíaco

Jano Online

Los niveles de triglicéridos pocas horas después de haber comido parecen constituir un mejor predictor del riesgo cardíaco que los niveles medidos en ayunas, según muestran dos estudios publicados en el último número de "JAMA", uno estadounidense y otro danés.

El primer estudio, firmado por investigadores del Brigham and Women's Hospital de Boston, contó con la participación de 26.500 mujeres, mientras que en el segundo, firmado por un equipo de la Universidad de Copenhague y otros centros daneses, participaron unas 7.600 mujeres y unos 6.400 varones.

Los autores concluyen que medir los niveles de triglicéridos en ayunas puede excluir ciertas partículas que son un posible factor de riesgo aterosclerótico. El estudio danés muestra que la incidencia de infarto de miocardio, enfermedad cardíaca y muerte era superior entre las personas con niveles más elevados de triglicéridos medidos tras haber comido, un hallazgo similar al obtenido en el estudio norteamericano. Los niveles de triglicéridos en ayunas mostraron en ambas investigaciones una asociación pequeña con los citados problemas médicos.

JAMA 2007;298:299-308