Mostraron que, en dosis menores que las de uso habitual, puede adelantar seis horas el reloj biológico
Hace un tiempo, mientras asistía a una reunión científica en Valencia, Diego Golombek, director del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) -además de escritor y director de una conocida colección de divulgación de temas científicos-, tuvo la idea más enloquecida que pueda concebirse: se le ocurrió que podría acelerar el reloj biológico de sus hámsteres de experimentación dándoles... Viagra (o sildenafil, su nombre genérico).
Lo más sorprendente, sin embargo, es que no estaba equivocado. De hecho, según un trabajo que se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences , la célebre pastillita azul utilizada para tratar la disfunción eréctil podría tener un efecto colateral imprevisto: en la dosis adecuada, ayudaría a contrarrestar los efectos del jet lag y de los cambios de turno laborales.
Para probarlo, Golombek, Patricia Agostino y Santiago Plano, los tres autores del estudio, les administraron a un grupo de hámsteres de su laboratorio una pequeña dosis de sildenafil antes de crearles un abrupto desfase de seis horas (variando los horarios de luz y oscuridad, más o menos como si viajaran de América latina a Europa). El resultado fue significativo: los animales medicados se adaptaron al cambio horario un 50% más rápido que sus congéneres del grupo de control.
Golombek, Agostino y Plano estudian las vías moleculares que permiten que se sincronice nuestro reloj interno; el mismo que nos indica, por ejemplo, cuándo dormir y cuándo despertarnos. "Estas vías son importantísimas -explica Golombek-, porque el reloj es «circadiano»; es decir, no tiene un ciclo de exactamente 24 horas, sino aproximado. Por lo tanto, si no se ajusta, pierde sentido adaptativo."
Pero ¿cómo se "pone en hora"? En nuestro planeta, la señal más fidedigna para sincronizarlo es la luz. Y esto es precisamente lo que les interesaba desentrañar a los investigadores de la UNQ cuando pensaron el experimento: de qué forma "dialogan" la luz y el reloj biológico en el lenguaje molecular de la bioquímica.
Se sabe desde hace mucho que la luz ingresa por los ojos y llega a un área profunda del cerebro donde están alojados los núcleos supraquiasmáticos, dos estructuras anatómicas bien definidas del hipotálamo que, en los roedores, tienen aproximadamente 10.000 neuronas cada una.
"Se comprobó que estas células reciben información del ojo, porque si uno le inyecta a éste un colorante, después de unos días llega al hipotálamo-dice Golombek-. Así fue, precisamente, como se descubrió el reloj biológico."
Claro que este mecanismo de relojería que gobierna muchos de los procesos de nuestro organismo tiene sus complejidades. La luz lo sincroniza de dos maneras: haciendo que se acelere (adelantándolo) o que funcione más lento (retrasándolo), pero utiliza un "lenguaje" diferente en cada caso; es decir, usa moléculas distintas para indicarle que funcione más rápido o más despacio.
Golombek y colegas se especializan en los mecanismos por los cuales la luz hace que el reloj ande más rápido, un proceso gobernado por una molécula llamada guanosina monofosfato cíclico (GMPc). "Si se la bloquea experimentalmente, la luz no se puede «comunicar» con el reloj -dice el investigador-. Pero si se aumenta su concentración, se logra que el reloj se acelere." En el caso de los ciclos de sueño-vigilia, esto se traduciría en que uno tiene sueño más temprano.
De modo que la hipótesis que dio origen al experimento fue que si aumentaban los niveles de GMPc, el mensaje de la luz sería mayor. Eso podía hacerse de dos maneras: aumentando su síntesis o inhibiendo su degradación. Decidieron probar modulando la degradación, porque ya se conocían inhibidores farmacológicos de la enzima que degrada el GMPc probados clínicamente.
"Así fue como se me prendió la lamparita -confiesa Golombek-. Porque lo que hace el sildenafil es inhibir la enzima que «rompe el GMPc», con lo cual hay más GMPc en los tejidos periféricos. Eso resulta en vasodilatación, y por eso funciona para la disfunción eréctil." Es decir, que el delirio era sólo aparente...
"El sildenafil inhibe la enzima fosfodiesterasa 5 [PDE], que es la que «rompe» el GMPc -cuenta "Pato" Agostino (la encargada de ir a la farmacia a comprar el Viagra)-. Probamos con varias dosis y la más efectiva fue la intermedia, de 3,5 mg/kg."
La investigación muestra que el sildenafil no sólo sería útil para adelantar el reloj biológico, sino también para amplificar el efecto de la luz, algo muy conveniente en los casos en que es necesario adaptarse a cambios de turnos laborales. "Para su uso en humanos, la idea es encontrar una dosis suberectogénica, porque uno querrá curarse del jet lag , pero no tener ciertos efectos secundarios", bromea Golombek. Los científicos estarían encantados de poder hacer el desarrollo clínico.
Por Nora Bär
De la Redacción de LA NACION
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En Clarín
El Sildenafil, además, podría ser útil para combatir el insomnio
Su función principal es el tratamiento de la disfunción eréctil. Pero investigadores de la Universidad Nacional de Quilmes también probaron en un experimento su eficacia contra los trastornos del sueño.
Valeria Román
El Sildenafil podría usarse más allá de los problemas de erección. Una investigación realizada en la Universidad Nacional de Quilmes probó que, al menos en los hamsters, el fármaco —cuyo nombre genérico es sildenafil— puede ser útil cuando se viaja hacia el Este, se trabaja con rotación de turnos o se padece ciertos tipos de insomnio.
El trabajo científico fue hecho por Diego Golombek, Patricia Agostino y Santiago Plano. Y se publica en la edición de esta semana de la revista Proceedings, que es editada por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.
A través de varios experimentos en hamsters dorados, los científicos locales demostraron por primera vez que el sildenafil consigue acelerar los adelantos de fase del reloj biológico maestro, según explicó a Clarín Golombek, investigador en neurociencias del Conicet.
Ese reloj es como un director de orquesta, que necesita ponerse en hora para estar adaptado al día de 24 horas. Se sincroniza a través de la luz. Y se encuentra en los núcleos supraquiasmáticos, ubicados en el hipotálamo del cerebro.
Esos núcleos reciben información desde los ojos. Como sostenía el escritor Julio Cortázar, "el tiempo entra por los ojos; eso ya lo sabe cualquiera".
Cuando el reloj maestro se desincroniza, surgen trastornos. El cuerpo marca una hora del día diferente a la del mundo exterior, algo que puede darse cuando se hacen vuelos largos, se trabaja con turnos rotatorios o surge retraso de fase del sueño.
Como tratamientos para controlar esa desincronización, hoy se usan diferentes estrategias. Contra el desarreglo del jet-lag, se puede seguir un entrenamiento para adaptarse al horario del lugar de llegada y consumir melatonina, dijo la especialista en medicina del sueño, Margarita Blanco. Y para los trastornos de fase, también se receta ese fármaco y un programa de adaptación con control médico.
Ahora, se plantea la posibilidad de utilizar también al Sildenafil contra los trastornos del sueño, a partir de la investigación que fue financiada por la Comisión de Investigaciones científicas de la Provincia de Buenos Aires, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, el Conicet y la Universidad Nacional de Quilmes.
El citrato sildenafil fue el primer medicamento aprobado para tratar en los hombres la incapacidad de lograr o mantener una erección.
Los investigadores de la Universidad Nacional de Quilmes pensaron tiempo atrás que la droga podía tener otra indicación más.
Tuvieron en cuenta que hay una molécula, llamada GMP cíclico, que participa en el mecanismo por el cual la luz le dice al reloj maestro que adelante la hora. "Esa molécula induce a que los hamsters —que fueron elegidos porque son animales nocturnos, que normalmente comienzan a estar activos a las 8 de la noche— empiecen a moverse más temprano", dijo Golombek.
Entonces, diseñaron diferentes experimentos para observar cómo los hamsters cambiaban sus rutinas con las modificaciones de luz.
Comprobaron que la droga inhibe una enzima que rompe a la molécula GMP cíclico. Esto hace que la molécula se conserve en grandes cantidades, al tiempo que le brinda más chances al animal para que vuelva a sincronizar su reloj.
Uno de los experimentos consistió en encenderle las luces a los hamsters seis horas más temprano. Como resultado, los animales que habían recibido inyecciones de sildenafil se adaptaron al nuevo horario de actividad entre un 25 y 50 por ciento más rápido en comparación con los hamsters que no habían recibido la droga.
¿Podría ser efectivamente usado en humanos?
Golombek aclaró que faltan ensayos en humanos. "La ventaja es que, al ser un fármaco que ya fue probado con relación a su toxicidad, ya tiene resueltas algunas etapas".
¿Y sería mejor que la melatonina? Golombek sostuvo al respecto que "el sildenafil y la melatonina o sus análogos tienen mecanismos diferentes de funcionamiento. No sería descabellado pensar —agregó— en una estrategia que combinara melatonina y sildenafil. Pero esto es pura especulación".
Un producto que se consume mucho
Dos especialistas pidieron cautela
"Desde la investigación con hamsters a los ensayos clínicos con seres humanos, hay un largo camino", opinó la médica argentina y especialista en medicina del sueño Margarita Blanco. "Esto significa que si bien la investigación con sildenafil que se realizó en la Universidad Nacional de Quilmes puede ser útil, todavía falta comprobar su verdadera eficacia en humanos. Por lo cual, nadie debería hoy correr a comprar el fármaco para trastornos del sueño".
Blanco agregó: "Incluso si se llegase a comprobar que la droga se puede usar en humanos para tratar desórdenes del sueño, habría que tener en cuenta las individualidades. No todas los fármacos funcionan para todos los pacientes".
Luego Blanco recalcó: "Sólo cuando se demuestre a través de ensayos clínicos serios la eficacia del sildenafil para jet-lag, trabajadores con turnos rotatorios o personas con trastornos de fase del sueño, se podría consumir esa droga, si es que el médico la receta".
En tanto, Adolfo Casabé, urólogo del Hospital Durand, director médico del IME, y especialista en disfunción eréctil, opinó: "Me resulta interesante que le hayan encontrado una nueva indicación al sildenafil. Habrá que esperar más estudios. No creo que el fármaco genere problemas si la utilizasen las mujeres". Aún no está aceptado el uso en mujeres por la autoridad sanitaria.
Efectos colaterales
Oscar Angel Spinelli
ospinelli@clarin.com
El sildenafil parece seguir el mismo camino que la aspirina: cada día que pasa le encuentran más usos. Al ácido acetilsalicílico le atribuyen, por ejemplo, bondades preventivas en el cáncer de colon y el asma. Por lo menos hay estudios —polémicos— que así lo dicen. Desde que salió a la venta hace pocos años, el sildenafil no se quedó atrás. Científicos creen que esa droga sería una alternativa de terapia paliativa contra el Mal de Crohn, un trastorno que causa inflamación y ulceración de los intestinos; también, contra la hipertensión pulmonar. Ahora el mundo empezará a hablar sobre el Sildenafil y el sueño. A no sorprenderse. Ciertas drogas básicas pueden tener múltiples efectos. El asunto es que, probadas en humanos, sea cierto.