Exantema en "calzón de baño"

Exantema petequial causado por infección Parvovirus B19

Este artículo reporta el primer caso de rash petequial con distribución en “calzón de baño” en el que se demostró infección primaria por parvovirus B19.

Autor/a: Huerta-Brogeras M, Aviles Izquierdo JA, Hernanz Hermosa JM, Lazaro-Ochaita P, Longo-Imedio MI.

Fuente: Pediatr Dermatol. 2005 Sep-Oct;22(5):430-3

Se examinó un paciente de sexo masculino de 13 años de edad que consultó por presentar exantema petequial en el área genital, pliegue inguinal y glúteo, distribución denominada en “Calzón de Baño”. Aproximadamente 10 días previos a la aparición del rash, el paciente presentó decaimiento y fiebre que respondió a antipiréticos.

Al momento de la consulta el niño se encontraba afebril con ligero prurito sin otros síntomas acompañantes. El exantema que consistía en petequias confluentes tenía una evolución de dos días. No presentaba otro compromiso cutáneo, ni involucraba mucosas.

Se realizó el diagnóstico clínico de Exantema Viral y se efectuaron exámenes de laboratorio.
Los estudios serológicos fueron negativos para el Virus Epstein-barr, Citomegalovirus, Varicela Zoster y Herpes Virus Humano tipo 6 y 7, no obstante se detectó IGM contra Parvovirus B19.
Otros resultados positivos fueron: Eritrosedimentación acelerada (24 mm/hora), PCR aumentada (2.4 mm/dl., VN < 0.5 mm/dl).

El prurito fue tratado con antihistamínicos orales y el rash resolvió espontáneamente sin dejar secuelas.
El Parvovirus humano B19, es un virus ADN de cadena simple que pertenece a la familia Parvoviridae. La transmisión es principalmente através de las secreciones respiratorias, aunque también puede transmitirse por vía transplacentaria y hematógena por sangre contaminada.
La seroprevalencia se implementa con la edad, esta presente en el 10 % de los niños menores de 5 años y más del 70 % de los adultos tienen anticuerpos IGG. La infección ocurre con mayor incidencia en invierno y primavera.

En los niños, más de la mitad de las infecciones son asintomáticas, pero se han reconocido varios exantemas, bien caracterizados, típicamente corresponden al eritema infeccioso y al síndrome papular purpúrico en guantes y calcetines (PPGSS).

El eritema infeccioso o “enfermedad de la mejilla abofeteada”, es la enfermedad más común asociada a infección por parvovirus B19. Usualmente ocurre en niños en edad escolar y se caracteriza por un eritema rojo brillante de las mejillas que posteriormente progresa a exantema reticular ubicado en extremidades. En el 10 % al 40 % de los pacientes se ha reportado artralgia.

El síndrome papular purpúrico en guantes y calcetines fue descripto por primera vez Harms et al en 1991. Auque inicialmente asociado a infección por parvovirus B19, posteriormente se lo ha asociado a otras virosis, como sarampión, citomegalovirus, coxsackievirus B6, Herpesvirus 6 y 7, todos sin evidencia concreta. En la mayoría de las instancias no se demostró claramente la seroconversión.

Es posible que otras virosis puedan inducir manifestaciones similares a PPGSS, pero la mayoría de los estudios de seroconversión, detección de ADN viral, inmuhistoquímica sostienen fuertemente que parvovirus B19 es el agente etiológico principal del PPGSS.

El síndrome papular purpúrico en guantes y calcetín, típicamente ocurre durante la primavera y el verano, afectando a adultos jóvenes. Clínicamente está caracterizado por eritema simétrico, doloroso y edema de manos y pies, que posteriormente progresa a rash petequial. El edema y eritema puede observarse en la mucosa bucal y genital, y en la parte inferior de muslos.
Raramente se han descrito bullas hemorrágicas múltiples en tobillos, placas símil celulitis en glúteos y vulva, y erosiones con manchas de Koplick. La mayoría de estos pacientes presentan un rash acral asociado que es la clave para el diagnóstico de infección por parvovirus B19.

Los pacientes pueden presentar fiebre, astenia, malestar general, odinofagia y artralgia. Ocasionalmente existen adenopatías palpables.

En paciente HIV positivos, el PPGSS puede complicarse con cefalea, sudor nocturno, anemia crónica, pancitopenia, lesiones cutáneas persistentes, e intenso prurito.

Los pacientes con PPGSS se consideran contagiosos cuando las lesiones cutáneas están presentes, a diferencia de los pacientes con eritema infeccioso.

Otras posibles asociaciones con infección por parvovirus B19 incluyen al síndrome Gianotti Crosti, enfermedad de Kawasaki, púrpura de Schönlein-Henoch y enfermedades del tejido conectivo como dermatomiositis juvenil y lupus eritematoso.

Otras formas de presentación poco frecuentes son el granuloma anular, dermatitis liquenoide, y placas infiltradas semejantes a las del síndrome de Sweet.

El parvovirus B19 tiene un fuerte tropismo por las células progenitoras eritroides, responsable de la mayoría de las manifestaciones más severas de la infección. La infección intrauterina puede inducir destrucción masiva de las células eritroides resultando en hydrops fetalis, secundario a anemia severa. También el virus puede inducir apoptosis celular en pacientes con trastornos hemolíticos crónicos, como anemia de células en hoz, esferocitosis hereditaria, talasemia y anemia hemolítica autoinmune. Estos eventos conducen a una crisis aplásica transitoria que se manifiesta en primer lugar como anemia aguda, pero puede provocar trombocitopenia y neutropenia. Además, un clearence inadecuado del virus puede ser responsable de viremia persistente que se manifiesta por aplasia de células eritroides puras y anemia crónica en pacientes inmunocomprometidos.

La mayoría de los pacientes afectados se diagnostican basándose en la clínica. Para la confirmación diagnóstica, especialmente en presentaciones atípicas, el método preferido es la detección en suero de anticuerpos IGM contra parvovirus B19. Los anticuerpos se pueden detectar aproximadamente dos semanas posteriores a la inoculación e indica infección dentro de los tres meses previos.
La biopsia de piel no es relevante para el diagnóstico y no se realiza habitualmente. Los hallazgos histopatológicos son inespecíficos y consisten en dermatitis de interfase con degeneración vacuolar ligera en la unión dermoepidérmica e infiltrados inflamatorios perivasculares superficiales principalmente compuesto por linfocitos y múltiples extravasaciones eritrocitarias.

Algunos autores han investigado la presencia de parvovirus B19 en suero y piel por PCR. Este test puede ser útil en la detección del virus en etapas tempranas de la enfermedad cuando todavía no se detecta IGM. Dada la alta sensibilidad de este método (PCR) la detección de parvovirus B19 en piel puede resultar de la contaminación del suero y no necesariamente implica que el virus esta presente en la piel. Para demostrar lo expresado anteriormente se deben emplear otras técnicas, tales como inmunohistoquímica e hibridización in situ.

Las infecciones por parvovirus B19 humano son en general leves, especialmente en niños. El tratamiento es sintomático, y el rash desaparece espontáneamente en una o dos semanas. Se han empleado altas dosis inmunoglobulina endovenosa en pacientes con anemia severa (infección intrauterina e inmunosupresión).

¿Qué aporta a la práctica dermatológica?

Es importante reconocer los exantemas causados por infecciones por parvovirus B19 debido a que esta infección puede conducir a complicaciones significativas en poblaciones susceptibles como mujeres embarazadas, pacientes inmunocomprometidos y con enfermedad hemolítica crónica.

¿Qué aporta de nuevo?

Este artículo reporta el primer caso de rash petequial con distribución en “calzón de baño” en el que se demostró infección primaria por parvovirus B19.