Mariana Nisebe. De la Redacción de Clarín.com
Es casi imposible; sin embargo dos casos en los últimos meses, uno en Estados Unidos y otro en España, dan testimonio de que algunas mujeres pueden llegar al trabajo de parto sin saber que estaban embarazadas. Una de ellas es Amanda Brisendine, norteamericana de 26 años quien tuvo una increíble sorpresa cuando en octubre de 2006 llegó al hospital luego de sufrir "intensos dolores" y se "encontró" que estaba embarazada y a punto de parir. ¿Realidad o ciencia ficción?. Según contó Amanda, nunca se dio cuenta de que estaba embarazada hasta que 36 horas antes del parto se lo confirmaron los médicos del hospital Overlake Hospital Medical Center , de Washington (EE.UU). Alexander, su hijo, nació sano a las 37 semanas de gestación pesando más de 3 kilos. Su pareja y padre del bebé, Jason Britt, sólo atinó a decirle a los médicos: "usted está mintiendo, usted me está haciendo una broma". "El era nuestra gran sorpresa",destacó Amanda.
¿Esto es médicamente posible? Es sumamente difícil, explicó a Clarín.com la doctora Ana Coll, especialista en obstetricia y ginecología, "pero una mujer puede no haber detectado su estado de embarazo por desconocimiento (puede ocurrir cuando es muy chiquita y ha sido objeto de un abuso) o en mujeres con graves trastornos mentales que no perciben lo que ocurre en su cuerpo". Al mismo tiempo, agregó la doctora María Beatriz Sosa, especialista en Ginecología y directora de Gineconet , todo "depende de cuándo haya examinado (el profesional) a la paciente, o si la examinó". Consultado por Clarín.com al respecto, el doctor Carlos Burgo, obstetra de reconocida trayectoria, destacó que "un a ecografía, elemental en los tiempos que corren e imposible no ser solicitada ante cualquier signo o síntoma que le genere duda (salvo ignorar profesionalmente de este recurso), da por tierra con cualquier duda" .
Para entender qué sucedió en el caso de Amanda es importante saber que ella afirmaba que no tuvo ningún síntoma. "Tenía períodos menstruales, aunque mucho más dolorosos los últimos meses y ninguna náusea o mareo; nunca sentí al bebé", aclaró. Incluso como había dejado de fumar, justificó con ello su aumento de peso. En realidad, ella sí tuvo una alarma; pero no le prestó atención. Como ella sufre del Síndrome de Ovarios Poliquísticos y ya le habían extraído un ovario; cuando empezó a sufrir fuertes dolores tuvo miedo que le extrajeran el que le quedaba por lo que no realizó una consulta. Irónicamente, ella creía que debido a sus problemas con los ovarios que incluyen ciclos menstruales irregulares, no podría tener más hijos. Amanda ya era mamá de una hermosa niña, Melodie, de 14 meses.
El doctor Jim Haines, jefe de la obstetricia en Overlake, contó que casos como el de Amanda aparecen cada dos años en dicho centro. Y explicó que lo que ella creyó que era una menstruación era realmente un sangrado durante el embarazo. Haines explicó que en el peor panorama podría haber significado un desprendimiento prematuro de placenta. Como destacó el doctor Burgo; " si nunca se ha tenido necesidad de hacer una consulta ante cualquier signo o síntoma o estamos ante una desaprensión total, ignorancia o trastorno mental". Sin embargo, hay otra variable a tener en cuenta, como le sucedió a Amanda, el miedo a consultar .
"No todas las mujeres presentan síntomas de embarazo como nauseas y mareos", explicó la doctora Coll. "Sí son comunes la tensión mamaria, tener mas sueño, orinar a cada rato. Tenga o no tenga síntomas, con cierta frecuencia se ve que una embarazada puede presentar uno o dos períodos menstruales, pero que en general son más escasos que lo habitual para ella. En muy pocas ocasiones esto ocurre más de dos o tres veces".
Por otro lado, destacó la especialista, "muchas mujeres menstrúan irregularmente y eso no significa que no puedan quedar embarazadas. En general, la mujer que tiene atrasos menstruales puede estar en duda y vemos que muchas de ellas recurren a los tests domésticos de embarazo". La doctora Sosa, explicó a Clarín.com que este caso le parece algo excepcional, "ya que si bien los primeros síntomas pueden pasar inadvertidos (aumento de peso, aumento del volumen abdominal, turgencia y aumento del volumen mamario, nauseas, deseos frecuentes de orinar) luego del quinto mes ya se hacen evidentes los movimientos fetales, el abdomen se hace notoriamente prominente. Es muy extraño que la misma mujer no lo haya notado". Teniendo en cuenta que Amanda "creía" que tenía su período en forma regular.
Pero ella no es la única mujer en pasar por esta experiencia. Algo parecido le sucedió, en Alcalá de Henares (España), a Griselda del Tránsito Navarro de 42 años quien cada vez se sentía peor de las náuseas, dolores y malestar general que venía padeciendo desde meses atrás. Cuando ya no aguantó más decidió acudir a un hospital diferente al centro de salud en la que se venía tratando. Eran las 6 de la mañana, 5 horas más tarde, con el resultado del análisis de orina, los médicos le avisaron, con total sorpresa, que estaba embarazada y en trabajo de parto. Era el 14 de septiembre de 2006 cuando nació Pamela Andrea con 3,15 kilos y 49 cm de altura.
Pero Griselda no había eludido a los médicos por miedo como Amanda; al contrario, los consultó varias veces y el diagnóstico fue tan alejado de la realidad como "una acumulación de gases". Incluso le habían dicho que la falta del período se debía a una ¡menopausia precoz!; por lo que fue tratada en consecuencia. Pero el embarazo no sólo pasó "desapercibido" a los médicos, sino también a ella misma. Y eso que tiene otras dos hijas, de 15 y 12 años. "Es muy difícil confundir un embarazo de término con gases, aun en una mujer con excesivo sobrepeso, el útero de término es fácilmente reconocible por manos experimentadas. En cuanto a la menopausia, y no hablaría de precoz en una mujer de más de 40 años, puede pensarse con las primeras faltas menstruales, pero una vez que ha pasado un mes de embarazo ya es clínicamente detectable" explicó la doctora Coll.
No hay síntomas que sí o sí sean sinónimo de embarazo, de lo contrario no existirían los tests. Todos los que se han mencionado, "añadiendo por supuesto el atraso menstrual en mujeres con ciclos regulares, se pueden considerar como posibilidad de que la mujer esté embarazada. En el examen médico, el aumento del tamaño y modificaciones uterinas y de las mamas puede indicar al profesional la probabilidad de que lo este, pero los signos de certeza del embarazo son los brindados por el bebé: la visualización ecográfica en los primeros estadíos y posteriormente los movimientos y los latidos del corazón", concluyó la doctora Coll.