Se trata de maníacos depresivos, cuya patología dura toda la vida. Aunque tiene tratamiento, se caracteriza por severos cambios de ánimo que llevan al paciente a pasar de estados de euforia a la depresión
El 41% de las personas que sufren de trastorno bipolar en Argentina están desempleadas y la mayoría de los afectados llega al diagnóstico de esta enfermedad psiquiátrica en forma tardía, reveló hoy un estudio realizado por especialistas de la Fundación Favaloro.
El trastorno bipolar, que también es conocido como enfermedad maníaco depresiva, es una patología que dura toda la vida, tiene tratamiento y se caracteriza por severos cambios de ánimo que llevan al paciente a pasar de estados de euforia a la depresión.
En Argentina no hay estadísticas oficiales sobre la cantidad de enfermos por el trastorno bipolar, pero las proyecciones que hacen los especialistas de acuerdo con los datos obtenidos de Estados Unidos y Europa arrojan que el 5 por ciento de la población padecería las formas más atenuadas de la enfermedad.
Las consecuencias de la enfermedad bipolar afectan seriamente la calidad de vida del paciente, que debe contar con un seguimiento médico porque si no está bien tratado, aumenta diez veces el riesgo de que el enfermo se suicide.
Los especialistas insisten en que el tratamiento adecuado y el diagnóstico precoz pueden ayudar a salvar y mejorar la calidad de vida de las personas bipolares que con la correcta asistencia médica pueden hacer sus actividades diarias en forma normal.
El jefe del Prograna de Trastorno Bipolar del Instituto de Neurociencia de la Fundación Favaloro, Sergio Strejilevich, dirigió un estudio en el que se demostró que el 41% de los pacientes bipolares en el país se encuentra sin empleo.
La investigación reveló además que el 18% de los enfermos con trastorno bipolar está subempleado, y alertó que el promedio en que los afectados tardan en el país en ser diagnosticados correctamente de su bipolaridad es de ocho años.
Strejilevich puntualizó que el estudio abarcó un campo de pacientes bipolares que se atienden en tres centros públicos de Córdoba, Mendoza y Buenos Aires de los cuales, según dijo el psiquiatra, "el 75 por ciento de los encuestados antes de ser diagnosticado como bipolar, habia sido mal diagnosticado".
Para el especialista, un paciente bipolar que se encuentra en tratamiento médico "puede perfectamente trabajar" y destacó que "hay desconocimiento sobre la enfermedad porque generalmente, son pacientes con nivel educativo y rinden por encima de la media".
El médico señaló que en los centros argentinos especializados en el trastorno bipolar "baja de 10 a tres el promedio de años en que puede ser diagnosticada la enfermedad" e insistió "en que es importante llegar al diagnóstico", para dar la medicación y el acompañamiento psiquiátrico adecuado.
"El tratamiento es farmacológico y psicoterapeútico porque también se isntruye a la persona para que sepa más de su enfermedad, como manejarla y que tome la medicación", explicó.
Las complicaciones vinculadas al trastorno bipolar, cuando no está bien tratado o no se llega al diagnóstico, puede generar importantes costos directos e indirectos a la sociedad, tales como internaciones, cuidados médicos y psicológicos y ausentismo laboral.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que se tienen en cuenta los datos aportados por el Banco Mundial, consideró que los costos que ocasionan los casos de trastorno bipolar hace que sea la sexta enfermedad más cara en cuanto a la forma en que afecta a la economía, después de los accidentes de tránsito, el acholismo y la depresión.
El director del Departamento de Neurociencias de la Universidad de Palermo, Gustavo Vázquez, opinó que "la enfermedad bipolar debe ser entendida como una patología de curso crónico, al igual que la hipertensión y la diabetes, por lo que la pronta detección al igual que su tratamiento prolongado son fundamentales para evitar las complicaciones".
Los síntomas del trastorno bipolar afectan por igual a hombres y mujeres y son asociados con estados de ansiedad y otros problemas médicos adversos como enfermedades cardiovasculares, obesidad y tabaquismo, pero el riesgo más importante en los pacientes bipolares no diagnosticados o no tratados, es el suicidio.
Los especialistas indicaron que la droga que se usa para tratar a los pacientes adultos bipolares es la lamotrigina, que se suministra en forma oral y ayuda a prevenir los episodios de la enfermedad.
La cobertura de los tratamientos medicamentosos de trastornos bipolares en Argentina es del 70 por ciento y las unidades especializadas en los hospitales públicos suministran las drogas en forma gratuita.