Absorción
En cuanto a los preparados de la Cannabis sativa L. (hachís, marihuana), se consumen en forma de cigarrillos que son absorbidos por los pulmones junto con los otros componentes del humo. La entrada del THC en sangre y la posterior distribución en tejidos son muy rápidas y presentan una cinética similar a la obtenida tras su administración intravenosa. La máxima concentración de THC en sangre se alcanza antes de que finalice el consumo del cigarro. La ingestión de los cannabinoides por vía oral da lugar a unos niveles plasmáticos de THC inicialmente más bajos que cuando se toma por inhalación. Por vía oral su biodisponibilidad se reduce por su sensibilidad a la acidez del jugo gástrico, debido al metabolismo hepático e intestinal, así como por su acceso a la circulación entero-hepática. Por tanto, hay que ingerir una cantidad mayor de THC por esta vía para conseguir el mismo efecto fisiológico que por la respiratoria. Además, conduce a unos niveles plasmáticos mucho más erráticos que los observados después de fumar.3
Distribución
Se asume que la distribución de THC en los tejidos sólo es gobernada por sus propiedades físico-químicas. Sin procesos de transporte específicos o barreras que afecten la concentración de la droga en los tejidos, aproximadamente 90% de THC en la sangre se distribuye en el plasma y 10% en las células sanguíneas rojas. Del THC plasmático, 95-99% es ligado a proteínas, principalmente a lipoproteínas y, en menor grado, a albúmina. El aparente (inicial) volumen de distribución de THC es pequeño para una droga lipofílica, con Vd. plasmática de 2.5 a 3 L/kg.
Metabolismo
El metabolismo de THC tiene lugar principalmente en el hígado por hidroxilación microsomal y oxidación catalizadas por las enzimas del complejo CYP 450. La subfamilia de isoenzimas CYP 2C juega un mayor rol en humanos. En ratas, más de 80% de THC IV es metabolizado dentro de los primeros cinco minutos. Se han identificado casi 100 metabolitos para el THC. Además del hígado, otros tejidos también pueden metabolizar el cannabinoide, pero a un grado menor; entre ellos, el corazón y el pulmón. Los metabolitos mayores son los compuestos monohidroxilados. En los humanos y otras especies el C-11 es el sitio más atacado (Figura 2).4
Aclaramiento plasmático
Los rangos de aclaramiento plasmático se han reportado de 11.8+/-3.0 L/h (197+/- 50 ml/min) para el género femenino y 14.9 +/- 3.7 L/h (248 +/- 62 ml/min) para el masculino. El aclaramiento en pacientes con uso inicial es de aproximadamente 36 L/h (600 ml/min) y 60 L/h (1000 ml/ min) en pacientes con uso regular.4
Excreción en orina y heces fecales
La excreción se lleva a cabo 20-35% en orina, 65- 80% en heces fecales y menos de 5% de una dosis oral como droga inalterada en las heces fecales; sin embargo, otros autores señalan que la eliminación del THC se realiza principalmente mediante sus metabolitos en heces (68%) o en orina (12%), aunque también lo hace a través del pelo, la saliva y el sudor.3, 4
El Ä8-THC tiene un perfil farmacológico muy parecido al del Ä9-THC, pero sus efectos son más débiles. Sólo aparece en algunas variedades de la planta y su concentración es muy pequeña en comparación con la del Ä9-THC. El cannabinol (CBN) también posee propiedades psicoactivas, que son aproximadamente una décima parte de las descritas para el THC y presenta mayor afinidad por el receptor CB2 que por el CB1; su actuación sobre el receptor CB2 tiene lugar en esplenocitos y timocitos al inhibir la adenilato ciclasa. Reduce la actividad de la proteína quinaza A y de los factores de trascripción dependientes del AMPC; esta reducción implica, a nivel genético, una disminución en la trascripción del gen para la interleucina-2 (IL-2). La disminución de la liberación de IL-2 podría contribuir a explicar la capacidad de inmunomodulación atribuida a los cannabinoides, dado que esta proteína participa en la regulación de la actividad del sistema inmune.
El cannabidiol (CBD) es un compuesto bicíclico puesto que el anillo de tetrahidropirano se encuentra escindido. Es un cannabinoide prácticamente desprovisto de propiedades psicoactivas, por lo que se están investigando sus posibles efectos clínicos. Así, el tratamiento con CBD atenúa algunas de las alteraciones psicológicas inducidas por altas dosis de THC (0.5 mg/kg), por ejemplo, los sentimientos de ansiedad y pánico. Se ha atribuido al CBD un papel neuroprotector al comprobar su actuación como antioxidante frente a los efectos oxidativos provocados en las neuronas por la liberación del ácido glutámico. Desde hace tiempo se le ha vinculado con el sistema inmune; se ha visto que en algunas líneas celulares del sistema inmune inhibe la producción de diversas citoquinas (IL-8, IL-10, TNF-alfa, IFN gama). Tales resultados, que indican sus posibles efectos benéficos en enfermedades inflamatorias/autoinmunes, también advierten sobre su peligrosidad en relación con el SIDA, tumorogénesis e inflamación alérgica en pulmones. 6