El chico, de 7 años, fue asistido en el porteño Sanatorio Mitre. Su padrastro asegura que los médicos le prohibieron "los dibujos con luchas y flashes, porque le provocan sobreexcitación". En el 97, en Japón, 700 personas sufrieron síntomas de epilepsia mientras miraban un capítulo de Pokemon.
Un padre denunció que su hijo sufrió convulsiones y un ataque de epilepsia a raíz de su exposición prolongada a dibujos animados japoneses que se emiten por televisión. El chico, de siete años, fue asistido en el Sanatorio Mitre de la Ciudad de Buenos Aires.
Luciano Ceotópolo, padrastro del chico, aseguró que los pediatras del centro asistencial "le prohibieron mirar estos dibujitos nuevos que hay, con luchas y flashes, porque provocan sobreexcitación", y causaron en el menor un cuadro de "epilepsia benigna, producto de los destellos".
El hombre, en declaraciones a radio Continental, explicó que los médicos "no le prohibieron la televisión, sino este tipo de dibujitos que dañan la cabecita de los chicos. Estos dibujitos japoneses saturan la cabecita del nene".
El hombre relató que el cuadro se produjo mientras "estábamos todos durmiendo. De pronto escuché un jadeo y el nene estaba como ahogándose, sacudiendo el cuerpo, con mucha baba". "Lo senté, estaba ido, no movía un bracito, tenía una convulsión. Lo llevamos al médico, le hicieron una tomografía, y la parte orgánica estaba bien, pero en el electro salía un mal funcionamiento", señaló.
Según Ceotópolo, el niño "miraba televisión, no mucho, tres horas por día. Pero estos dibujitos nuevos que hay, a través de las luchas, los flashes, entran por la vista, provocan sobreexcitación, y esto es lo que hizo estallar. Estos dibujitos japoneses saturan la cabecita del nene", concluyó.
En 1997 se produjo una fuerte polémica en Japón, por los dibujitos de Pokemon. Una noche, unas 700 personas sufrieron síntomas similares a los de la epilepsia. En la mayoría, eran chicos que estaban mirando el dibujito animado y sufrieron, en algunos casos, convulsiones, en otros, irritación en los ojos y problemas respiratorios.
Los destellos intermitentes de los dibujitos estimularon excesivamente el cerebro y aceleró la respiración de las personas que estaban frente al televisor. En aquella oportunidad, unas 208 personas permanecieron internadas al menos 24 horas.