El dolor pélvico crónico en general se determina en base a la duración, las bases anatomo - fisiológicas o las características psicológicas del mismo. La International Association for the Study of Pain (IASP) define al dolor pélvico crónico sin patología evidente como dolor crónico o recurrente que aparentemente tiene un origen ginecológico, pero para el cual no existe lesión específica o causa . Sin embargo, este concepto no se usa con frecuencia en la literatura como veremos más adelante.
En México, una de las causas más frecuentes de consulta y de urgencia en ginecología es el dolor pélvico; debido a los múltiples órganos pélvicos aledaños, es importante diferenciar –según su tipo de aparición e irradiación- el origen del algia para su tratamiento, ya sea médico o quirúrgico. Distinguir entre el dolor agudo súbito y severo del crónico de meses o más de evolución es el punto de partida para la semiología del mismo y para establecer con prontitud la terapéutica. El diagnóstico no es fácil, por lo que se debe recurrir a la clínica, que incluye exámenes de laboratorio y gabinete. Así, el dolor pélvico en ginecología representa una entidad que requiere del trabajo multidisciplinario de ginecólogos y cirujanos y, quizás, del urólogo.
Epidemiología
Según lo indica la literatura americana , el diagnóstico varía dependiendo del cuadro clínico que presenta la paciente. El dolor pélvico es el signo más frecuente en quienes les ha sido practicada una celioscopia.
Entre 15 y 35 por ciento de los casos de dolor pélvico se debe a afecciones ginecológicas ,como el embarazo extrauterino y las infecciones genitales en diferentes niveles anatómicos. A estas entidades le sigue la endometriosis , que se caracteriza por dolor, inflamación , sangrado y problemas reproductivos. No obstante, al estimar el diagnóstico mediante el cuadro clínico y los antecedentes personales , se observa que el dolor pélvico se presenta por:
a) infección pélvica aguda,
b) embarazo extrauterino y
c) algunos tipos de patologías agudas como la apendicitis, la infección urinaria y el cólico nefrítico.
Dado que el dolor pélvico crónico es el motivo más común de consulta ginecológica en mujeres de 18 a 50 años de edad, el tratamiento debe considerar probables secuelas de un padecimiento crónico; tal es el caso de la endometriosis, el trastorno más frecuente que en la mayoría de los casos no tiene una causa anatómica sino una patología funcional o secuelas de un proceso agudo como la enfermedad pélvica o la presencia de fibromas o quistes ováricos que en su inicio fueron asintomáticos.
Fisiología
Como se sabe, el aparato genital femenino presenta una importante inervación procedente de las últimas raíces dorsales , lumbares y sacras asociadas a elementos neurovegetativos formando plexos de naturaleza mixta. La vía aferente del dolor se inicia en las células del ganglio de la raíz posterior de cada nervio raquídeo y pasa al asta posterior de la médula donde hace relevo para cruzar al lado contrario y formar el haz espinotalámico lateral , con lo cual el impulso llega al tálamo; una tercera neurona lo transmite a la corteza cerebral posrolándica, en donde se le da significado y calidad afectiva a la sensación y se identifica su localización
Fisiopatología
Anatómicamente el nervio abdominogenital mayor y genitocrural se ubican cerca de la “fosita ovárica ” , por lo que cualquier patología de ovario o salpinge ocasiona irritación del mismo y provoca dolor irradiado a la fosa iliaca e hipogastrio o cara interna del muslo. Si la patología es posterior al útero o hacia el fondo del saco de Douglas, se irritan raíces nerviosas del plexo sacro, con localización en la región sacrococcígea o lumbar, sin ser necesariamente de origen ginecológico.
Factores de Riesgo
Los datos ginecoobstétricos de la paciente son de gran importancia , entre ellos los antecedentes quirúrgicos, el inicio de la vida sexual, el número de parejas sexuales, si ha padecido enfermedades de transmisión sexual, el tipo menstrual, el ritmo de eliminación, presencia o no de dismenorrea , métodos de planificación familiar (por ejemplo, el dispositivo intrauterino ), infertilidad, medicación actual o uso de medicamentos para hiperestimulación ovárica y fecha de la última menstruación. De ser necesario se debe indicar una prueba inmunológica de embarazo.
Para descargar el artículo completo en formato PDF, haga click aquí