Denunció que le cortaron una arteria durante una cesárea.
Mala praxis: ahora necesita trasplante
Julio Aiub Morales
Una joven madre, Susana Carolina Mercado, de 20 años, quedó al borde de la muerte y ahora entró en la lista de "emergencia nacional" para trasplantarle los riñones, luego de que sufriera el corte de una arteria y una infección durante la cesárea que se le practicó para tener su segunda beba.
El alumbramiento ocurrió el 26 de enero del 2005, en la clínica Natal de esta ciudad, pero recién ahora la abogada Graciela Lozano, patrocinante de Mercado, pudo conseguir las historias clínicas para iniciar una causa judicial por mala praxis, tal como lo anticipó ayer el diario local Nueva Rioja.
La madre de Carolina, Olga Toledo, y el esposo, Fernando Romero, (26) explicaron a Clarín, que la joven fue atendida por el médico Jorge Ruarte, ya que la doctora que seguía su embarazo, Silvia Sánchez, estaba de vacaciones.
La joven estuvo cinco horas en la sala de parto, tras lo cual salió muy desmejorada aunque su beba, Tiziana Yasmin, no tuvo mayores problemas.
En la historia clínica suministrada por el sanatorio, figura todo como normal. Pero Carolina se agravó posteriormente, porque tenía una hemorragia permanente. Esto motivó que fuera tratada en varios hospitales de esta ciudad y finalmente se comprobó —de acuerdo con las historias clínicas— que padecía una "sepsis ginecológica" producida por restos de placenta.
La madre sostuvo que cuando le planteó la situación de su hija a la doctora Sánchez, ésta le habría reconocido que su hija había sufrido el corte de una arteria durante la cesárea, lo que le provocó una importante pérdida de sangre, situación que se agravó porque la clínica no tiene unidad de terapia intensiva.
Los familiares y la abogada sospechan que ante ese cuadro el médico interviniente se apresuró a terminar la intervención quirúrgica, por lo cual quedaron aquellos restos. "Inclusive la herida de la cesárea, le sangraba durante varios días después", dijo Fernando.
A pesar de todos los cuidados, la salud de Carolina se fue deteriorando y tuvo que ser trasladada a Buenos Aires, donde fue operada de una arteria el pasado 29 de diciembre en el Hospital Italiano.
En ese hospital, "fue donde nos dijeron la verdad —señaló la madre—. Carolina está grave porque sus riñones quedaron severamente dañados; tanto, que en el mismo hospital nos informaron que la ingresaron en la lista de emergencia nacional para un trasplante".
La demanda fue presentada ante el juez de Instrucción Nø 3 de esta ciudad, doctor Alejandro Arce, quien hizo lugar y citó al doctor Ruarte. Este se negó a declarar y dijo que no hablará con la prensa, por consejo de su abogado, y que distribuirá un comunicado con su postura.
***
Fue durante una cirujía en el Hospital Militar
La indemnizan por una quemadura en el pecho.
La Justicia civil condenó al hospital militar de Campo de Mayo y a la obra social del Ejército a indemnizar con 65.300 pesos más intereses a una paciente que sufrió una quemadura en su pecho cuando era sometida a una operación de apendicitis aguda.
La Sala K de la Cámara Civil resolvió así un viejo pleito que se inició en enero de 1998, cuando la paciente sufrió la quemadura por un "electrodo de electrocardiografía" derivado del uso de un electrobisturí.
Los camaristas Oscar Ameal, Cecilia Rejo y Carlos Degiorgis confirmaron una sentencia de primera instancia por "daños y perjuicios", ya que la quemadura a la altura del pecho tiene "consecuencia en la sociabilidad y relaciones personales o sentimentales" de la paciente.
La quemadura —"de forma oval de 4 centímetros de largo por 2,8 de ancho (...) visible a simple vista y antiestética"— produjo "una desfiguración en la zona del escote" y además "puede ser terreno propicio para la producción de posibles tumores cutáneos malignos", dijeron los jueces.
El hospital y la obra social intentaron deslindar su responsabilidad argumentando que la mujer no había continuado con el tratamiento posterior por ellos aconsejado para revertir las secuelas que le habían quedado.
Pero los camaristas rechazaron ese argumento señalando que la paciente tenía derecho a elegir con quién tratarse luego del hecho.
***
Cuando era bebé recibió la SABIN oral y contrajo Poliomielitis:
Un nene murió por una vacuna y responsabilizan al Estado mendocino
Debe indemnizar a los padres del chico, quien murió 3 años después de vacunarse.
Rafael Morán
El Estado mendocino deberá indemnizar con 131 mil pesos a los padres de un chico que adquirió la poliomielitis y murió después de ser vacunado con una dosis de Sabin oral. Había sido inoculado en un centro de salud oficial.
La Justicia dijo que la víctima adquirió la enfermedad al "transformarse agresivamente" los virus vivos inoculados en vez de generar anticuerpos defensivos.
El fallo es del juez a cargo del Noveno Juzgado Civil, Luis Plana Alsinet, para quien hubiese sido recomendable en este caso la utilización de la vacuna Salk, porque está elaborada con virus inactivos.
Se trataba de la primera vacunación del bebé Luis Fabrizio González Azzolina, de 3 meses de edad. El padecimiento de la familia González comenzó a mediados de 1999, cuando el bebé fue llevado a un centro de vacunación para que le aplicaran una dosis antipolio. Le suministraron Sabin oral. Poco después, el bebé comenzó a sufrir las alternaciones propias de la parálisis de sus miembros hasta quedar cuadripléjico. Fue atendido en dos hospitales públicos. Allí se diagnosticó que había adquirido la polio posvacunal. El pequeño murió el 2 de octubre de 2002, a los 3 años de edad.
El juez sostuvo en su sentencia que "el daño causado por la aplicación de la vacuna proviene de una cosa de la que se sirve el Estado provincial para proteger la salud general de sus habitantes y en la que se debe tratar de evitar riesgos y vicios que la cosa puede tener".
"Las pruebas nos llevan de manera indefectible a establecer que la vacuna Sabin oral, hecha con virus vivos atenuados del tipo I, II y III, puede cambiar de características y transformarse agresivamente, impulsando y produciendo la enfermedad en lugar de generar anticuerpos defensivos para toda la vida con la aplicación de dosis adecuadas", recalcó.
Plana Alsinet afirmó que puede darse un caso de este tipo "en uno o dos millones", pero que estas estadísticas "no inciden en la verdad que apuntamos".
Remarcó, además, cuál es la diferencia entre las vacunas Salk y Sabin: "La Salk trabaja con virus inactivos y no se conoce que haya producido algún tipo de efecto adverso", opinó. Luego afirmó que "en los países desarrollados se recomienda que las primeras vacunas contra la polio sean de este tipo (Salk), aconsejando aplicar la Sabin oral en los refuerzos, cuando están más crecidos los niños".