El primero de los ensayos clínicos evaluó el fármaco frente a placebo en 942 pacientes y muestra que redujo la progresión mantenida de la enfermedad hacia discapacidad en un 42% a lo largo de dos años. Asimismo, también disminuyó la tasa de recaídas en estos pacientes.
El segundo estudio comparó la combinación de natalizumab e interferón beta-1a frente a este interferón solo, concluyendo que la citada combinación fue significativamente más efectiva que la monoterapia, reduciendo en un 24% el riesgo relativo de progresión sostenida a discapacidad y la tasa de recaídas.
Un tercer estudio, no menos importante, analizó la seguridad del natalizumab en más de 3.000 pacientes, debido que el año pasado se detuvieron tres ensayos clínicos al detectarse tres casos –dos de ellos mortales de una grave infección cerebral llamada leucoencefalopatía multifocal progresiva.
Esta investigación concluye que este efecto adverso asociado al tratamiento es muy infrecuente, pues se calcula que sólo uno de cada 1.000 pacientes contrajo la citada infección a lo largo de 18 meses. No obstante, los autores puntualizan que la cifra de pacientes estudiados no es suficiente para determinar el verdadero riesgo, que puede situarse entre un caso por cada 5.000 pacientes y un caso por cada 300.
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New England Journal of Medicine
New England Journal of Medicine 2006;354:924-933
New England Journal of Medicine 2006;354:911-923