Investigación

Pujar no acelera el parto.

Urgir a las mujeres para que pujen durante el parto no ayuda mucho a acelerar el nacimiento, indica un estudio realizado en Estados Unidos.

Doctores del Centro Médico de la Universidad de Texas hallaron que pedir a la madre que puje sólo contribuye a una reducción mínima en el período de tiempo que dura el alumbramiento.

También encontraron que aquellas mujeres que hicieron el esfuerzo de pujar tuvieron un incremento en el riesgo de problemas de la vejiga.

Los investigadores, patrocinados por la revista estadounidense de Obstetricia y Ginecología, realizaron su investigación con 320 mujeres que daban a luz por primera vez, no habían tenido complicaciones con el embarazo y no tuvieron necesidad de anestesia epidural durante el parto.

Los médicos se concentraron en la duración de la segunda fase del parto, cuando el cuello del útero está completamente dilatado y el bebé empieza a descender.

Al azar se escogió a la mitad de las mujeres para que, de manera asistida, pujaran diez segundos durante la contracción. A las demás se les dijo que hicieran lo que sintieran de manera natural.

Para aquellas que pujaron de manera asistida, el segundo período del parto se redujo a un promedio de 46 minutos. Quienes no lo hicieron, su promedio fue de 59 minutos.

"No hay que alarmarse"

De las 320 mujeres que participaron en el estudio, 128 fueron examinadas tres meses después de sus partos.

Allí se descubrió que aquellas que habían sido asistidas para pujar tenían menos capacidad en la vejiga.


 "Con frecuencia es mejor dejar que la paciente haga lo que es más cómodo para ella "
  Steven Bloom, Universidad de Texas 

Sin embargo, los investigadores indicaron que la función de la vejiga puede volver a normalizarse en el tiempo, por lo que lo descubierto puede no tener un efecto permanente.
El estudio se publica luego de otra investigación en la que se halló un aumento de problemas en la base pélvica entre las mujeres a las que se les había pedido pujar durante sus partos.

El doctor Steven Bloom, un obstetra y ginecólogo que participó en la investigación de la Universidad de Texas, dijo que "con frecuencia es mejor dejar que la paciente haga lo que es más cómodo para ella".

El profesor Steven Bloom, quien también formó parte del equipo investigador, dijo que no podía decir si esos cambios funcionales tienen consecuencias a largo plazo.

"No queremos alarmar a las pacientes por esto", agregó.

De buena fe

La doctora Maggie Blott, obstetra de Hospital Real en Newcastle, Inglaterra, le dijo a la BBC que "las personas pensaban que estaban haciendo lo correcto al alentar a las mujeres para que pujaran durante el parto".

"Pero ahora estamos dejando de pedir que pujen de manera conciente, para dejar que hagan lo que quieran", agregó.

"Ahora tratamos de que la segunda fase del parto sea pasiva y permitir que la cabeza del niño salga de manera natural, antes que alentar a las mujeres a que pujen".

"Pujar mucho y demasiado pronto hace que la madre se agote, incrementando los riesgos de que necesite asistencia -como el uso de fórceps- durante el parto", finalizó.