Los trastornos gastrointestinales (GI) funcionales son síntomas sin causa determinada que se presentan en la población general, disminuyen la calidad de vida e incrementan los costos en salud. Actualmente, se interpretan como trastornos biopsicosociales, aunque la naturaleza exacta de los factores psicosociales resta por dilucidar.
Los autores comentan que los factores psicosociales se asociarían con los síntomas digestivos en 2 formas. Algunos sostienen que, en realidad, son el origen de estos últimos y se basan en diversos estudios que describen la elevada prevalencia de enfermedad psiquiátrica entre los afectados por trastornos digestivos funcionales. Como crítica a esta línea de razonamiento, se destaca que la mayor parte de los indicios provienen de poblaciones de pacientes refractarios al tratamiento, predispuestos al desarrollo de enfermedades psiquiátricas.
La otra forma en que los factores psicosociales influyen sobre los síntomas GI funcionales es a través de la demanda asistencial. Diversos estudios mostraron que, en comparación con los pacientes dispépticos que no consultan, los pacientes con dispepsia que demandan asistencia presentan niveles elevados de angustia, somatización y dificultad para la adaptación. En tal sentido, se reconoce que las variables psicosociales con influencia sobre los síntomas GI funcionales son la ansiedad, la depresión, el estrés psicológico, la somatización, etc. Esta última sería de particular importancia, dado que es una construcción compleja que, de acuerdo con Lipowski, puede definirse como la "tendencia a expresar la disforia emocional como síntomas físicos". Aunque sus causas son multifactoriales, con frecuencia se la encuentra asociada con trastornos psiquiátricos como la ansiedad o la depresión.
En este estudio, el objetivo de los autores consistió en la caracterización de las variables psicosociales y de la calidad de vida en una población de pacientes con dispepsia funcional, en su mayoría derivados de la asistencia primaria. Asimismo, analizaron la asociación entre las variables psicosociales y los síntomas específicos de dispepsia. A priori, la hipótesis sostuvo que si los síntomas dispépticos representaran las manifestaciones psíquicas de los distintos aspectos del estrés psicológico (como la somatización) debería existir una correlación entre los síntomas específicos, el grado de somatización y determinadas variables psicosociales.
Material y métodos
El 90% de los participantes -pacientes con dispepsia funcional- fueron derivados de la asistencia primaria o consultaron en forma espontánea. Se clasificaron como pacientes con dispepsia de tipo ulcerosa o trastornos de la motilidad. Los primeros se caracterizaron por presentar dolor localizado en el abdomen superior. En los segundos se comprobó una sensación indolora asociada con plétora gástrica, saciedad precoz, distensión o náuseas. Los síntomas predominantes fueron aquellos que, de acuerdo con el interrogatorio, perturbaron más al paciente. En todos los casos se requirió que la endoscopia GI superior fuera normal.
Como control, se convocaron pacientes sanos, sin asistencia por trastornos digestivos ni medicación para su tratamiento.
El estudio fue aprobado por el Institutional Review Board de la Northwestern University y todos los pacientes firmaron un consentimiento.
Cuestionarios
Los participantes completaron varios cuestionarios referentes a su sintomatología y características psicológicas. Se interrogó sobre 15 síntomas dispépticos usuales y acerca de su frecuencia, intensidad y grado de interferencia con las actividades regulares del paciente. De acuerdo con ello, cada síntoma recibió un puntaje. El puntaje total de la sintomatología se encontró entre 0 y 195. Asimismo, se evaluó la calidad de vida general del paciente. Por medio de una escala ad hoc se estimaron: 1. las limitaciones en la actividad física por los problemas de salud; 2. las limitaciones en la actividad social debido a problemas físicos o emocionales; 3. las limitaciones en las funciones debido a problemas de salud física; 4. el dolor físico; 5. la salud mental general (angustia psicológica y bienestar); 6. las limitaciones en las funciones debidas a problemas emocionales; 7. la vitalidad (energía y fatiga); y 8. la percepción general de la salud. Los puntajes tuvieron una relación directa con la calidad de vida.
La angustia psicológica se evaluó por medio de una escala que evalúa 90 síntomas referidos a 9 estructuras psiquiátricas. Estas últimas son somatización, conductas obsesivo compulsivas, sentimientos de inadecuación o inferioridad (sensibilidad interpersonal), depresión, ansiedad, hostilidad, ansiedad fóbica, ideación paranoide y psicoticismo.
Resultados
Características de los pacientes
Un total de 151 pacientes con dispepsia funcional completaron el ensayo. La media de edad fue de 35 años; participaron 118 mujeres y 33 varones. El 17% presentó predominio de síntomas dolorosos en el abdomen superior, por lo cual se clasificaron como dispepsia tipo úlcera; el 83% restante se clasificó como dispepsia tipo trastornos de la motilidad.
Características de los sujetos sanos
Noventa individuos sanos también completaron el ensayo. La media de edad de este grupo fue de 36 años; participaron 61 mujeres y 29 varones. Las diferencias del sexo y de la edad entre ambos grupos no fueron de significación estadística.
Puntajes de los síntomas de dispepsia
El puntaje medio de los síntomas de dispepsia fue de 78 para los pacientes con dispepsia funcional y 3 para los sujetos control. Aunque la mayoría de los pacientes se clasificaron como tipo trastornos de la motilidad, con incomodidad más que con dolor abdominal superior, los puntajes de los 2 tipos de síntomas mostraron correlación elevada.
Puntaje de la calidad de vida
En comparación con los controles, los pacientes con dispepsia funcional mostraron peor calidad de vida. Los puntajes fueron reducidos tanto en lo referente a las variables físicas como a las mentales. Las diferencias respecto de los individuos sanos fueron significativas en el aspecto estadístico.
Angustia psicológica
En los pacientes con dispepsia funcional se comprobaron niveles incrementados de angustia psicológica. Sus puntajes fueron significativamente altos en comparación con los sujetos sanos.
Asociación entre los síntomas dispépticos y la calidad de vida
El puntaje total de los síntomas dispépticos en los pacientes con dispepsia funcional se relacionó en forma significativa con los componentes físicos del cuestionario sobre calidad de vida, pero no con sus componentes psíquicos. Entre los individuos sanos, no se constataron relaciones significativas con los componentes físicos ni con los psicológicos. En los pacientes con dispepsia se verificaron asociaciones significativas con el dolor corporal, el funcionamiento físico y el social, la vitalidad y la función física. Por el contrario, la asociación con la salud general, la salud mental y la función emocional no presentó significación estadística.
Asociación entre los síntomas dispépticos y la angustia psicológica
En los pacientes con dispepsia funcional se comprobó que la asociación entre los síntomas dispépticos y la angustia psicológica fue significativa pero reducida. No obstante, los autores constataron que en los pacientes con estrés psicológico más severo, la correlación no fue mucho mayor. La relación más elevada entre los síntomas y la angustia psicológica se presentó en los pacientes con dispepsia en la estructura de la somatización. La correlación con la ansiedad y con la ansiedad fóbica también fue significativa pero reducida.
Asociación entre síntomas dispépticos específicos, calidad de vida y angustia psicológica
En general, en los pacientes con dispepsia funcional se comprobó que los síntomas se asociaron con los aspectos físicos de la calidad de vida más que con sus aspectos psicológicos. De este modo, sólo el ardor torácico mostró correlaciones significativas con los componentes psicológicos de la escala sobre la calidad de vida.
Discusión
En comparación con los individuos sanos, los pacientes con dispepsia funcional presentaron puntajes significativamente mayores de síntomas dispépticos, angustia psicológica elevada de manera sustancial y calidad de vida muy disminuida. En general, la correlación entre la gravedad de los síntomas dispépticos y la angustia psicológica fue baja. El ardor torácico fue la excepción más notable; el 30% de los pacientes señalaron este síntoma, que mostró la asociación más elevada con los niveles de somatización, depresión, ansiedad, ansiedad fóbica y psicoticismo. Asimismo, fue el síntoma dispéptico de mayor correlación con los componentes psicológicos de la escala sobre la calidad de vida.
Los autores destacan que la falta de asociación entre la angustia psicológica y la severidad de los síntomas dispépticos (a excepción del ardor torácico) contradicen el papel de la somatización tal como la define Lipowski. En la escala sobre la angustia psicológica, los interrogantes sobre la somatización tendería a sobreestimar su papel en los pacientes con trastornos digestivos. De acuerdo con sus hallazgos, los autores señalan que aunque la somatización es claramente la causa de los síntomas de algunos pacientes con trastornos digestivos funcionales, no es el mecanismo predominante en esta población.
En gran medida, la severidad de los síntomas dispépticos se correlacionó con los aspectos físicos de la escala sobre la calidad de vida. La excepción fue el ardor estomacal, que presentó una asociación significativa con los componentes psicológicos de la escala. Si la angustia psicológica tuviera una asociación elevada con los síntomas dispépticos, su relación con los componentes psicológicos de la escala sobre la calidad de vida debería ser mayor.
En conclusión, este estudio demuestra que los pacientes con dispepsia funcional que consultan con el especialista en gastroenterología presentan mayor sintomatología y angustia psicológica, pero estas variables no se encuentran relacionadas. La excepción a esta observación sería el ardor estomacal, en relación con la ansiedad y con la ansiedad fóbica. La sintomatología dispéptica tiene mayores repercusiones en los aspectos físicos y sociales de la calidad de vida, sin mayor injerencia en las áreas psicológicas o emocionales. Estos hallazgos deberían tenerse en cuenta en particular entre los médicos generales y los gastroenterólogos asistenciales, dado que la gran mayoría de los pacientes fueron derivados de la asistencia primaria, sin evaluación previa por el gastroenterólogo. Los datos sugieren que en este nivel no es probable que los síntomas digestivos sean la expresión física de la angustia emocional; tampoco es posible que esta última se origine en los síntomas dispépticos. Por el contrario, concluyen los autores, parece que los síntomas dispépticos de estos pacientes son independientes de sus antecedentes psicológicos.