Investigación de la Universidad de Oslo

El aborto voluntario produce más depresión que el natural

Un 20% de las mujeres que se hacen un aborto sienten culpa por más de cinco años.

Un 20 por ciento de las mujeres que decidieron suspender su embarazo por elección aseguraron seguir sintiéndose culpable y mal, aún cinco años después de haber tomado esa determinación .

Así lo reveló un estudio científico realizado por expertos de la Universidad de Oslo (Noruega) que se publicó ayer en la Revista del Consejo Médico Británico. El estudio se basó en la comparación de los estados emocionales de 40 mujeres que sufrieron abortos naturales y de 80 mujeres que decidieron abortar por elección propia.

El estudio indica que el 47,5 por ciento de las mujeres que perdieron su bebé en forma espontánea, señalaron sentir algún tipo de trauma o dolor emocional a los diez días del hecho. En el mismo lapso, opinó lo mismo, el 30 por ciento de las mujeres que decidieron hacerse un aborto. Sin embargo, la tendencia cambia notablemente cuando se evalúa un período de cinco años respecto del momento en que ocurrió la pérdida.

Un 20 por ciento de las mujeres que interrumpieron el embarazo por elección indicó que las angustias asociadas con el aborto continuaban existiendo aún cinco años después de producido el acontecimiento. Penas expresadas en términos de ansiedades, depresiones, culpa y vergüenza. Mientras que a los 5 años de un aborto natural, apenas el 2,6% de las mujeres respondió que continuaba penando esa pérdida.

La doctora Anne Nordal Broen, que dirigió la investigación, declaró que aquellas mujeres que experimentaron abortos espontáneos "sobrellevan los mismos problemas psicológicos que las personas que han sufrido un evento de vida muy traumático". Pero aclaró que para el grupo de mujeres que se sometieron al aborto por decisión propia las reacciones emocionales "son mucho más complejas".

"Es razonable pensar que las mujeres que recurren a la interrupción de la gestación puedan tener mayores trastornos", explicó el doctor argentino Mario Sebastiani, presidente de la Asociación Argentina de Ginecología y Obstetricia Psicosomática. "Pero lo que me parece inadecuado es comparar un grupo de aborto espontáneo contra un grupo de aborto provocado". Para Sebastiani lo correcto hubiera sido, en todo caso, comparar grupos de mujeres que interrumpieron el embarazo por decisión contra grupos de mujeres que, no pudiendo interrumpir la gestación, tuvieron hijos luego de embarazos no deseados. "En ese caso ambos grupos de mujeres parten de embarazos no deseados: Una, interrumpe el embarazo y la otra lo tiene pero no deseaba tenerlo".

Para Anna Pringle del grupo británico antiaborto "Life", la nueva investigación "confirma años de experiencia asociados con los trastornos mentales que supone un aborto buscado".

Por su parte, la médica y epidemióloga argentina, Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer indicó, en primer término, "no sé si estos grupos son comparables metodológicamente y los números de entrevistadas son chicos". En segundo lugar, enumeró Bianco, "se sacan inferencias como si el trauma y el dolor emocional sólo estuvieran relacionados con el aborto". Una realidad que difiere mucho según el país, el contexto y la situación singular de cada mujer. "Si una mujer decidió interrumpir un aborto estando sola, sin plata, o porque la abandonaron vivirá más estrés que otras".

Un portavoz del Servicio Británico de Ayuda a la Embarazada, proveedor de tratamientos abortivos, observó que muchas mujeres "ponen en la balanza las consecuencias de un aborto antes de tomar la decisión". Básicamente porque están informadas. Un factor indispensable.

Mortalidad materna en la Argentina

La mortalidad materna en Argentina es de 4,4 mujeres por cada 10.000 nacidos vivos, aunque las diferencias regionales son inmensas. En la Ciudad de Buenos Aires la mortalidad materna es de 0,9 mujeres por cada 10.000 nacidos vivos; en Córdoba es de 1,3; en el Chaco es de 15 y en el NOA es de 20 (igual que en Kenia y que en Honduras). La mitad de estos decesos se deben a abortos domésticos. Estos fueron los datos revelados por el médico Enrique Lastreto, durante la XXXIX Reunión Nacional Anual de Federaciones de Sociedades de Ginecología y Obstetricia.

"Las muertes por aborto, en su mayoría, son evitables. Eso es muy importante desde el punto de vista ético. Más del 80% de las mujeres que mueren por abortos son pobres", señaló la médica y psicoanalista, Martha Rosenberg. Luego indicó que en países donde el aborto está legalizado la mortalidad materna "es prácticamente inexistente y concluyó: "Ese es un indicador de que la razón por la que las mujeres mueren por aborto es la ilegalidad. Una realidad que no detiene la decisión de abortar pero que si posterga la búsqueda de atención médica por parte de ellas". Por caso, cuando se están sintiendo mal debido al aborto doméstico que practicaron o cuando, por la misma razón, están sufriendo una gran hemorragia.