El principal objetivo de un tratamiento de conducto es eliminar completamente los diferentes componentes del tejido pulpar, calcificaciones y bacterias con la posterior colocación de un sellado hermético que prevenga la infección o reinfección de los conductos y promover la curación de los tejidos circundantes.
Existen muchas técnicas para lograr la preparación del conducto radicular, recordemos que la forma es el resultado de la instrumentación, mientras que la limpieza se logra con una adecuada irrigación.
Entonces tenemos dos tipos de preparación: mecánica y química. Aunque aquí trataremos la preparación química veremos que hay una estrecha relación entre ambas, en realidad cuanto mejor sea la preparación mecánica mejor será la calidad y concentración de las soluciones irrigantes y por lo tanto el barro dentinario será eliminado de mejor manera.
Las limas pueden limpiar sólo parte del sistema de conductos radiculares, creando un espacio que reciba a las diferentes soluciones irrigantes, las cuales llegarán a limpiar zonas del sistema de conductos radiculares que los instrumentos no pueden alcanzar.
En endodoncia la solución irrigante más comunmente utilizada es el hipoclorito de sodio, el cual presenta muchas cualidades deseables: actúa como bactericida, disuelve el material orgánico, pero no lo suficiente para obtener una limpieza total del sistema endodóntico ya que no tiene efectos sobre el barro dentinario, debido a esto y de acuerdo a las diferentes situaciones clínicas utilizaremos otros irrigantes en combinación con el hipoclorito de sodio.
Agentes irrigantes
En esta presentación no se tratarán los casos de retratamientos.
Los agentes irrigantes que se utilizarán en forma consecutiva y de acuerdo a las situaciones clínicas son:
EDTA (17%)
Clorhexidina (0,2%)
Hipoclorito de sodio (5,25%)
Acido cítrico (50%)
Agua destilada
En general, una vez que se logra el acceso a la cavidad , lo que se realiza más frecuentemente es la introducción de una lima en el conducto lo cual debe ser evitado por muchas razones:
-La diseminación de las toxinas bacterianas en todo el sistema endodóntico y en el área periapical .
-La ruptura y acumulación de tejido pulpar con su colágeno pueden crear desde el comienzo un tapón orgánico dentro del conducto radicular.
Diente vital
En este caso debemos tratar los diferentes componentes de la pulpa y eventualmente la presencia de bacterias.
1) Aplicación de hipoclorito de sodio y/o peróxido de urea.
Objetivos de esta mezcla:
a) Efecto antiagregante del colágeno debido a la acción proteolítica y afinidad lipídica del peróxido de urea.
b) Destruir la mayor cantidad de tejido pulpar en el acceso a la cavidad y así lograr una mejor visualización de los orificios de entrada a los conductos radiculares controlando el sangrado y evitando la formación de tapones de colágeno.
c) En este momnento el efecto del EDTA es importamte sólo por sus efectos antibacterianos en combinación con otros agentes para el mismo fin.
2) Irrigación con 2 ml. de hipoclorito de sodio al 5,25% (60º), el hipoclorito a esta temperatura es más eficiente para destruir el colágeno y reducirá el tiempo necesario para la eliminación de la parte orgánica. Esta irrigación creará un efecto efervescente entre el hipoclorito de sodio y el peróxido de urea lo cual ayudará a eliminar restos orgánicos, desorganizará el tejido pulpar coronario y ayudará a detectar los orificios de los conductos.
3) Segunda aplicación usando una lima k (8-10) que desorganizará el tejido pulpar en los tercios cervical y medio del conducto. Este paso debe ser precedido de una irrigación con agua destilada.
4) Una vez que la preparación del conducto ha comenzado se debe utilizar EDTA, el cual se encarga de eliminar la parte mineral del tejido pulpar.
Se aconseja alternar el uso de EDTA desde el comienzo de la preparación para eliminara la capa mineral antes de que esta se condense dentro del sistema de conductos lo cual taparía las entradas de los conductos laterales y accesorios y los túbulos dentinarios.
Cuando se trabaja con instrumental rotatorio (limas) dentro del conducto siempre debe estar presente una solución irrigante.
Para una preparación química más eficiente es aconsejable la activación con ultrasonido de la solución irrigante utilizando una lima de diametro pequeño.
El uso temprano de EDTA facilita el uso de los irrigantes dentro de los conductos laterales y reduce la reacción inflamatoria , inhibiendo la afinidad de los macrófagos a los péptidos vasoactivos del tejido pulpar. La presencia del EDTA dentro del conducto no debe excder lo 5 minutos.
La clorhexidina se utiliza como bactericida. El agua destilada se utiliza entre cada solución irrigante para prevenir reacciones ácido-base entre el hipoclorito de sodio y el EDTA y así lograr un efecto más eficiente de los agentes químicos en los tejidos.
Diente Necrótico
La diferencia entre dientes vitales y necróticos es la ausencia, no absoluta, del parénquima pulpar y la presencia de bacterias en estos últimos, por lo cual la secuencia de irrigación debe ser diferente
1) Hipoclorito de sodio al 5,25% o clorhexidina al 0,2% para la eliminación de bacterias de los conductos y túbulos dentinarios (10 minutos).Utilizaremos agua destilada para neutralizar sus efectos. Luego repetiremos la misma secuencia utilizada para dientes vitales.
En ambas situaciones clínicas finalizaremos la secuencia usando agua destilada para eliminar los agentes químicos o neutralizar sus efectos a fin de evitar que lleguen a los tejidos periodontales , alteren el material de obturación o formen una capa de precipitación debida a la cristalización del hipoclorito de sodio despues de secar las paredes del conducto.
Presencia de reabsorciones
Cuando sospechamos una reabsorción interna, la secuencia de irrigación es la misma que para dientes vitales pero debe complementarse con ácido cítrico al 50% (10 minutos) para eliminar el tejido de granulación y para lograr que las paredes dentinarias queden lisas. Esto mejorará la adaptación del material de obturación. El ácido cítrico se elimina con hipoclorito de sodio y agua destilada.Igual secuencia se utiliza para reabsorciones externas.
Conclusiones
La irrigación es un paso del tratamiento endodóntico que muchas veces es descuidado, por lo que debemos tener en cuenta que se trata de un procedimiento fundamental para un tratamiento correcto.
La secuencia que aquí se propone: peróxido de urea, hipoclorito de sodio, ácido cítrico,agua destilada y EDTA , teniendo en cuenta las diferentes situaciones clínicas,contribuirá a aumentar el número de tratamientos exitosos, sin olvidar que deben estar acompañados de una obturación tridimensional y que debemos realizar una minuciosa absorción de los fluidos para que la adherencia del sellador con la dentina no se vea comprometida.