Glaucoma

Ensayo uniocular y respuesta del segundo ojo a medicación contra glaucoma

Este estudio evalúa la respuesta del segundo ojo cuando se le administra la misma medicación en pacientes con glaucoma.

Autor/a: Dres. Realini T, Fechtner RD, Atreides SP, Gollance S.

Fuente: Ophthalmology. 2004 Mar;111(3):421-6.

El ensayo uniocular de un fármaco, también llamado ensayo monocular, es una herramienta valiosa en el tratamiento de glaucoma. En este ensayo el paciente recibe una determinada medicación en un solo ojo. Luego de un tiempo, lo suficientemente prolongado de tratamiento para lograr un efecto estable, se evalúa la reducción de la PIO desde línea base. Si se logra una reducción de la PIO en el primer ojo, se considera que la droga es efectiva en el paciente y se utiliza dicho fármaco en ambos ojos. Se supone que la reducción de la PIO en el segundo ojo será similar a la del primero y por lo general, no se evalúa la reacción una vez iniciada el tratamiento bilateral.

El presente estudio trata de determinar si la reducción de la PIO observada en el ensayo uniocular guarda relación con la reducción de la PIO observada en el otro ojo al aplicársele la misma medicación, en pacientes con glaucoma.

Pacientes y métodos

Pacientes con glaucoma fueron sometidos a ensayos unioculares con diversas medicaciones contra glaucoma, luego recibieron la misma medicación en el otro ojo. Se comparó la reducción de la PIO observada en el primer ojo con la  del segundo ojo para establecer una relación.

Resultados:

La presión intraocular cayó un promedio de 5,7±3,8 en el primer ojo luego del ensayo uniocular y 2,8±3,3 en el segundo luego del tratamiento bilateral. El análisis de regresión demostró una escasa relación entre las respuestas del primer y segundo ojo a la misma medicación (r2 = 0.0174). Para contrarrestar los posibles efectos contralaterales en la PIO con el tratamiento del primer ojo, se trató a un subgrupo de 26 pacientes con latanoprost  (que posee muy poco o casi nada de efecto contralateral, debido al rápido metabolismo sistémico), sin que mejorara la correlación.

El ensayo uniocular ha sido utilizado para establecer la respuesta de un individuo a la medicación contra el glaucoma. A pesar de su popularidad, las conclusiones a las que se llega no son completas. Se  supone que si no se trataran ninguno de los dos ojos, los cambios de la PIO serían simétricos en ambos ojos, y que el ojo sin tratamiento proporciona un control interno que permite evaluar los cambios de la PIO.

Este método de interpretar el ensayo uniocular tiene varias fallas. En primer lugar, es sabido que algunas drogas –en especial los beta-bloqueantes-  ejercen una reducción de la PIO en ambos lados, probablemente debido a la absorción sistémica y a su presencia en el otro ojo. Por lo tanto, al sustraer el cambio de la PIO del ojo sin tratamiento de la del ojo tratado, se subestimará el efecto terapéutico de la droga. En segundo lugar, y mucho más importante, la información existente demuestra que la conducta de la PIO no es simétrica en ambos ojos.

Al utilizar al segundo ojo como control para evaluar las respuestas terapéuticas de la PIO, se puede llegar a un error de interpretación. No creemos que el segundo ojo del par pueda servir como control. Esto no quiere decir que la PIO no sea similar en ambos ojos. De hecho, muy probablemente lo sea, en promedio, pero considerar que son idénticas o casi, ya ha sido descartado en la literatura médica existente.

Por esta razón, en el presente análisis del ensayo uniocular solo se utilizó la información recopilada para el ojo en tratamiento. Los datos del presente estudio, sorprendentemente, muestran que el resultado del ensayo uniocular no sirve para predecir la reducción que tendrá la PIO en el segundo ojo luego del tratamiento con la misma medicación.

Esta observación puede deberse a:
· Asimetría del componente terapéutico de la variación de la PIO entre ambos ojos.
· Variabilidad del componente espontáneo (no terapéutico) de la modificación de la PIO en ambos ojos.
· Regresión a la media.

Nos preguntamos si la respuesta diferente entre ambos ojos está relacionada con un daño asimétrico de la malla trabecular o un deterioro asimétrico del flujo entre los ojos glaucomatosos. Varios estudios ya han demostrado que existe asimetría en varios aspectos de la PIO.

La presión intraocular es una función dinámica y fluctúa tanto en ojos sanos como en pacientes con glaucoma, más aún en estos últimos. La lista de variables que pueden causar cambios no terapéuticos en la PIO es larga y diversa, comprende la posición del cuerpo, retención de la respiración, ingesta de líquidos entre otros.  En el presente estudio el efecto de la medicación en un ojo se mide en un determinado momento y en el segundo ojo en otro diferente. En momentos diferentes las variables que afectan los cambios de la PIO también difieren.

En este estudio retrospectivo, se iniciaron los ensayos unioculares cuando la PIO era mayor a lo aceptable. Por lo tanto, en parte la reducción observada en la PIO luego del tratamiento puede atribuirse a una regresión a la media, lo que se produce espontáneamente.  Esta regresión podría aumentar el éxito aparente de un determinado tratamiento.

El objetivo de este estudio era demostrar una respuesta diferente de la PIO de ambos ojos bajo una misma medicación. Se ha demostrado que dicha diferencia existe.
Observamos, asimismo, una PIO menor en el segundo ojo (19,7mmHg) en línea base,  que en el primero que se trató (22,4 mmHg, una diferencia de 2,5 mmHg) y una menor disminución de la PIO en el segundo ojo.

Conclusiones:

Los ensayos unioculares con medicación contra glaucoma no predicen adecuadamente, la respuesta probable de la PIO del segundo ojo con la misma medicación. Si ambos ojos de un paciente requieren reducción de la PIO, no debe suponerse que la magnitud de la respuesta será igual en ambos ojos. El efecto de una determinada medicina debe ser evaluado independientemente en cada ojo.