El Zinc (Z) es un micronutriente que contribuye el crecimiento y desarrollo desde el nacimiento. Los niños que nacieron con bajo peso (RNBP), con menos de 2500 g, tienen mayor morbimortalidad por enfermedades infecciosas y tienen más riesgo de tener problemas de crecimiento. Las madres con bajas reservas de Z en el embarazo, tienen más riesgo de tener RNBP.
Obetivo:
Determinar el impacto de la suplementación de Z sobre el patrón de crecimiento y la prevalencia de diarrea en niños nacidos con bajo peso.
Métodos:
Estudio randomizado, doble ciego, controlado con placebo. Se realizó en una comunidad de India entre 1999 y 2001, en una cohorte de 100 RNBP, sanos. La intervención consistió en administrar un jarabe con vitaminas del grupo B (tiamina, riboflavina, cianocobalamina y piridoxina) a todos los niños. Un grupo recibió sulfato de zinc a una dosis de 3 mg de Z elemental en los primeros 3 meses y luego 5 mg en los restantes 9 meses (grupo suplementado = S). El otro grupo recibió las vitaminas y placebo, desde el nacimiento hasta el año de vida (grupo placebo = P)
Los niños fueron evaluados con antropometría en forma mensual, y visitados en sus casas, por lo menos 1 vez por semana, para el seguimiento y valoración de la adherencia.
Resultados:
Todas las familias vivían en condiciones similares. Aproximadamente el 30% eran analfabetas y entre el 56-62% tenían suministro de agua segura. Los S tuvieron 66 episodios de diarrea y los P 89. Entre los S la incidencia de diarrea fue 1,36 episodios/niño/año, versus 1,96 en el grupo P, lo que muestra un riesgo relativo de 1,4 en los no suplementados.
Todos los niños eran amamantados en forma exclusiva desde el nacimiento, el 75% a los 4 meses, y luego declinó por igual en ambos grupos. La disminución de la lactancia con la edad podría asociarse con la mayor incidencia de diarrea observada. Es interesante destacar que durante el período de lactancia exclusiva, no hubo diferencias entre los episodios de diarrea en los 2 grupos.
La duración de los episodios de diarrea fue de 6,6 días en S y de 10,2 días en P.
Las curvas de crecimiento, tanto de talla como de peso, fueron iguales para todos en los primeros 5 meses, luego en S el aumento de peso fue mayor, llegando a valores significativos sólo al final del 1° año.
Las curvas de talla fueron similares hasta los 10 meses, y luego el S creció más, con diferencias significativas al año de vida. (crecimiento: 21,4 cm/año en P y 23,7 cm/año en S).
Discusión:
La deficiencia de Z es común en niños de países en desarrollo y se asocia a peor inmunocompetencia y más infecciones. La suplementación de Z reduce los episodios de diarrea en niños que presentan carencia. El Z acelera la regeneración de la mucosa, aumenta las enzimas del ribete en cepillo, mejora la inmunidad celular y aumenta la secreción de anticuerpos. De acuerdo a una revisión sistemática de 10 estudios randomizados, el Z puede reducir un 25% los episodios de diarrea. Los RNBP tienen depleción de Z, por eso la suplementación a la embarazada también reduce el riesgo de infecciones en los primeros meses.
El Z es indispensable para el crecimiento, se requiere para la síntesis proteica y de ADN. En este trabajo, los beneficios del Z no fueron evidentes mientras se mantuvo la lactancia exclusiva. Sin embargo, se estima que entre los 4 y 6 meses la leche materna puede ser insuficiente para cubrir el requerimiento aumentado de Z de los RNBP.
Conclusión:
La suplementación de zinc puede mejorar el progreso de peso y disminuir la incidencia de diarrea en RNBP