Sialorrea (ptialismo) es la secreción exagerada de saliva, algunos autores dicen secreción patológica de saliva. Se dice que obedece a cuadros psicológicos. Debe distinguirse de la pseudosialorrea que es simplemente la imposibilidad de tragar un volumen normal de saliva. La formación de saliva es constante, aumentando durante los períodos alimentarios. La secreción diaria normal es de aproximadamente 1 litro, pudiendo pasar de 10 litros en casos de sialorrea intensa. La secreción está regida por la acción colinérgica de las fibras parasimpáticas. Está relacionada fundamentalmente con sensaciones gustativas o con reflejos condicionados.
Causas de sialorrea
El embarazo, afecciones de la boca, del esófago (acalasia, cáncer, por mecanismo reflejo), afecciones del SNC, lesión del centro Bulbar que rige el estímulo colinérgico., en el Parkinsonismo, en la miastenia grave etc. Como consecuencia de lesiones periféricas puede verse en la parálisis facial bilateral, en la del hipogloso y en la polineuritis diftérica. En algunas intoxicaciones por efecto directo del tóxico sobre la glándula (yoduros, bromuros, mercurio etc.)
Sialorrea y embarazo
Es un cuadro que existe en las embarazadas y que desaparece espontáneamente a la semana 20 o disminuye sustancialmente, aunque a veces permanece hasta el fin del embarazo. La sialorrea una de las manifestaciones digestivas que se presentan en el embarazo es clásicamente una de las menos estudiada (siempre se ha puesto más interés en las náuseas y los vómitos), es más frecuente en el primer trimestre y aumenta proporcionalmente con los vómitos y pirosis.
La característica fundamental es que desaparece con el sueño, lo que se relaciona a problemas de vagotonismo.
La sialorrea durante el embarazo se observa con no mucha frecuencia y mucho menos si nos referimos a un grado muy molesto. La bibilografía es bastante escasa sobre el tema. De acuerdo a las estadísticas de Tosal Herrero y colab refieren su máxima prevalencia durante el primer trimestre, con un porcentaje del 9,8%, manteniéndose después en torno al 9 % durante el resto de la gestación y disminuyendo hasta situarse en torno al 2 % durante el puerperio. Mandel en un artículo sobre Sialorrea y reflujo gastroesofágico (RGE), dice que la estimulación del esófago por los ácidos gástricos produce un reflejo esofagosalival y sobreviene un marcado aumento en el flujo salival, que tiende a neutralizar el contenido ácido del esófago. En las embarazadas es bastante frecuente la presencia de RGE con o sin hernia hiatal. A esto hay que sumarle la presencia de los vómitos que son más frecuentes en el primer trimestre del embarazo. Todo esto aumentaría el número de pacientes con sialorrea en este período.
Tratamiento
La experiencia del consultorio me muestra 3 tipos de pacientes. Aquellas embarazadas con aumento leve de la salivación fácilmente controlable con la expectoración o un pañuelo, (que muchas veces no es la causa de la consulta) un segundo grupo con un flujo salival importante, entran al consultorio con una toalla y muy molestas. El tercer grupo es el que motiva internación y reposición de líquidos.
En los cuadros que se acompañan de vómitos y/o sindrome de RGE (SRGE), cualquiera sea el grado de sialorrea: leve, moderada o severa, se impone en primer lugar el tratamiento de los vómitos y del SRGE, y en algunas formas moderadas y en las severas el uso de sulfato de Atropina, en gotas, puede aliviar el proceso y tranquilizar a la paciente. Puede ser útil la Psicoterapia, consejos, evitar la ingesta de alimentos irritantes, los cuales podrían estimular las glándulas salivales aumentando la secreción de saliva. Siempre antes de llegar a administrar Atropina, agotar el tratamiento de los vómitos, RGE, normas alimentarias y apoyo psicológico del paciente, muy efectivo cuando lo realiza el médico de cabecera (que a pesar de no tener, muchas veces, la formación del psicoterapeuta, llega con gran efectividad al paciente).
La atropina a dosis terapéuticas no posee efectos manifiestos sobre el sistema nervioso central.
Dosis máxima por día 4 mg
Dosis límites: 0,2 a 1,2 mg tres veces por día.
Dosis óptima: 0,3 a 0,5 mg tres a 4 veces por día.