Antecedentes:

El sistema inmunológico innato es la primer y más rápida respuesta en enfrentar  a los microorganismos como bacterias, virus y hongos. Las células efectoras involucradas en las respuestas innatas son diversas, pero comparten la habilidad de reconocer invasores "no-propios" e inician una defensa eficaz. Los mastocitos se localizan en todos los tejidos vascularizados y encuentran a los patógenos probablemente antes que muchas otras células. Evidencia reciente ha demostrado que los mastocitos son capaces de determinar la procedencia y el contexto de los antígenos patógenos y desencadenar una respuesta inmune específica.

Métodos / Base de datos: 

La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y el análisis Western blot, han demostrado que la murina y los mastocitos humanos, expresan varios receptores involucrados en el reconocimiento bacteriano/viral. Adicionalmente, las técnicas de imágenes celulares han mostrado que los mastocitos pueden interiorizar microorganismos y liberar mediadores de la inflamación.

Resultados: 

Los patógenos, así como sus productos, activan a los mastocitos a través de una variedad de vías. Los mastocitos responden a los productos bacterianos, como los peptidoglicanos (PGN) y los lipopolisacáridos (LPS) a través de receptores específicos como el CD48, CD4, y receptores de forma específica. Evidencia creciente muestra que los mastocitos secretan mediadores en respuesta a estos estímulos.

Conclusión:

El paradigma de la activación de los mastocitos se desenvuelve por un sistema de reacciones, en el que el contenido granular es liberado, como consecuencia de la estimulación de la IgE por el antígeno, a un sistema proactivo en que los mastocitos discriminan entre una variedad de estímulos y escoge de acuerdo a ello, su respuesta.