De acuerdo con la definición de los autores, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se caracteriza por una limitación del flujo respiratorio, con una reversibilidad parcial. Con frecuencia, dicen, se utiliza al volumen espiratorio forzado en el primer segundo (VEF1) para calificar la gravedad de la EPOC. Sin embargo, las manifestaciones sistémicas de la EPOC no se ven reflejadas por el VEF1. Los autores sostienen que si se utiliza un sistema de graduación multidimensional que evalúe las manifestaciones respiratorias y sistémicas de la EPOC es posible hacer una categorizaración mejor de la enfermedad de estos pacientes y predecir, además, su evolución clínica.
Métodos
Todos los pacientes evaluados, que en un primer grupo fueron 207, estaban clínicamente estables y se hallaban en tratamiento adecuado. Se evaluó la asociación entre la mortalidad a 1 año y las siguientes variables: la edad, el sexo, el nivel de consumo de tabaco, la capacidad vital forzada (CVF), el VEF1, el mejor resultado de 2 pruebas de caminata de 6 minutos, el grado de disnea según la escala modificada del Medical Research Council (MRCm), el índice de masa corporal (IMC), la capacidad residual funcional y la capacidad inspiratoria, el hematocrito y la albuminemia.
Entre todas estas variables se distinguió un subgrupo de 4, que fueron las que mostraron una asociación más estrecha: el IMC, el VEF1 (expresado como porcentaje del valor esperado), el puntaje de la disnea en la MRCm, y la distancia caminada en 6 minutos. Estas 4 variables constituyeron el índice BODE. El BODE fue validado en forma prospectiva de 2 maneras diferentes. Se estableció una cohorte nueva de 625 pacientes. Al IMC de cada paciente se le asignó un valor de 0 o 1, mientras que a los otros 3 parámetros se les asignó un puntaje entre 0 y 3. Se sumaron los puntajes de cada variable, con lo cual el índice BODE podía tener valores entre 0 y 10. Se consideró que el riesgo de muerte era mayor cuanto mayor era el puntaje.
Se hizo el análisis del riesgo proporcional de Cox con el fin de evaluar la capacidad del índice BODE para predecir el riesgo de muerte. Los parámetros estadísticos fueron calculados antes y después del ajuste por condiciones coexistentes medidas por el índice Charlson.
Resultados
La cohorte de validación incluyó principalmente una población de ancianos con todos los grados de gravedad de la EPOC. Los pacientes estadounidenses tenían mayor deterioro funcional, disnea más grave y un mayor número de patologías comórbidas que los españoles o venezolanos. Durante un seguimiento medio de 28 meses se produjeron 162 muertes (26%). La mayoría de los pacientes (61%) murieron de insuficiencia respiratoria, 14% por infarto de miocárdico, 12% de cáncer pulmonar y el resto por otras causas.
El puntaje BODE fue menor en los sobrevivientes que en los pacientes que murieron por cualquier causa (3,7±2,2 vs. 5,9±2,6). El puntaje también fue menor en los sobrevivientes que en los fallecidos por causas respiratorias (3,6±2,2 vs. 6,7±2,3). Cada ascenso en los cuartilos del puntaje BODE se asoció con una mayor mortalidad. A los 52 meses del seguimiento, el cuartilo superior (puntaje BODE entre 7 y 10 puntos) se asoció con una mortalidad del 80%. El parámetro estadístico C para medir la capacidad del índice BODE para predecir el riesgo de muerte fue de 0,74, comparado con un valor de 0,65 para el VEF1 solo. Por cada incremento de 1 punto en el puntaje de BODE el riesgo relativo de muerte por toda causa fue de 1,34 y el de muerte por causas respiratorias fue de 1,62.
Discusión
Los investigadores señalan que en el presente estudio se diseñó un sistema de calificación de la EPOC, que fue el índice BODE, y se validó su uso demostrando que es un mejor predictor del riesgo de muerte por toda causa o por causas respiratorias que el VEF1 solo.
Los autores sostienen que el índice BODE es útil porque incluye un dominio que cuantifica el grado de deterioro pulmonar (VEF1), uno que capta la percepción del paciente de su sintomatología (la escala de disnea MRCm), y 2 variables independientes (distancia caminada en 6 minutos e índice de masa corporal) que expresan las consecuencias sistémicas de la EPOC.
El VEF1 es esencial para el diagnóstico y la cuantificación del deterioro respiratorio producido por la EPOC. Además, la tasa de declinación de VEF1 es un buen marcador del avance de la enfermedad y la mortalidad. Sin embargo, los autores sostienen que el VEF1 no refleja adecuadamente todas las manifestaciones sistémicas de la enfermedad. En el índice BODE se incluyeron 2 descriptores de compromiso sistémico en la EPOC: el índice de masa corporal y la distancia caminada en 6 minutos. Ambos parámetros se obtienen fácilmente y predicen de manera independiente el riesgo de muerte.
La disnea representa el síntoma más incapacitante de la EPOC; el grado de disnea provee información acerca de la percepción del paciente de su enfermedad. La escala MRCm se aplica de manera simple y correlaciona con otras escalas de disnea. El índice BODE combina las 4 variables mencionadas mediante una escala simple. Además de su excelente poder predictivo respecto de la evolución clínica del paciente, destacan los autores, el índice BODE es fácilmente calculable y no requiere equipamiento especial. Esto lo convierte en una herramienta práctica que podría tener una amplia aplicabilidad.
Traducción y resumen objetivo. Dra. Marta Papponetti. Editora Responsable de Intramed. Doc. Aut. Univ. Buenos Aires. Espec. Med. Int.