Algunos investigadores han tenido éxito en la criopreservación del tejido ovárico con una buena sobrevida de folículos (Hovatta y colaboradores, 1996). Estos hallazgos fueron seguidos por trabajos que mostraron que el tejido ovárico congelado podía reimplantarse en los humanos, llevando al crecimiento folicular y restaurando la función hormonal normal (Oktay y Karlikaya, 2000; Oktay, 2001; Radford y colaboradores, 2001); por lo tanto las mujeres que se recuperan de una enfermedad maligna seguida de quimioterapia no necesitan de terapia de reemplazo hormonal y pueden tener ciclos menstruales. Hasta ahora no ha habido ningún nacimiento luego de este procedimiento.
Sin embargo, en un futuro se podrán madurar esos folículos y obtener ovocitos para un tratamiento de reproducción asistida por estimulación hormonal o maduración in vitro del sitio de reimplantación del tejido ovárico. Últimamente, la biopsia de ovario para la preservación de la fertilidad está siendo más frecuente por sus posibles ventajas, a pesar de que la utilización del tejido ovárico criopreservado para restaurar la capacidad hormonal y de la fertilidad está en etapas experimentales. Sin embargo, es importante asegurarse que los cortes realizados y congelados sean los apropiados para la criopreservación. Para estas pacientes, los cortes grandes son mejores comparado con las pacientes estériles.
La distribución de los folículos en la corteza ovárica
Para ambas indicaciones, la idea de realizar una biopsia de ovario es entender que la(s) biopsia(s) es/son el reflejo de la distribución folicular en la corteza ovárica, un factor recientemente investigado.
Algunos investigadores han comenzado a estudiar recientemente la distribución natural de los folículos primordiales en la corteza ovárica y los cambios durante los distintos momentos de la edad reproductiva. Qu y colaboradores (2000) examinaron las biopsias de ovario de 24 pacientes que fueron evaluadas por esterilidad. La distribución de los folículos en los ovarios fue irregular. Se observó una gran variación en el número de folículos en las muestras de tejido de las diferentes pacientes.
Kohl y colaboradores (2000) compararon muestras de ovarios contralaterales de cinco mujeres y múltiples biopsias de diferentes lugares en otras dos pacientes, todas sometidas a laparoscopía diagnóstica por esterilidad. Encontraron una gran variación en los diferentes ovarios y en los distintos sitios de las biopsias.
Poirot y colaboradores (2002) obtuvieron tejido ovárico de 31 pacientes que iban a ser sometidas a quimioterapia. Evaluaron al menos 10 secciones seriadas por paciente (rango 10-15) y encontraron que los folículos no tenían una distribución homogénea en la corteza ovárica.
Schmidt y colaboradores (2003), mostraron en 21 pacientes con enfermedades malignas una gran variación en la densidad folicular desde 1.1 a 190.6 folículos/mm3 entre las pacientes con una correlación inversa entre la densidad folicular y la edad.
Sin embargo, la información nueva de este trabajo es la evaluación de todo el ovario en tres pacientes. En cada ovario, se aislaron varias piezas de la corteza y la evaluación histológica reveló una gran variación en el número de folículos primordiales en cada fragmento del mismo ovario. En los cuatro trabajos, se observó una correlación inversa entre la densidad folicular y la edad.
A pesar de haberse estudiado solamente tres ovarios, la combinación de resultados de este trabajo y los anteriores llevó al autor a la conclusión de que la corteza ovárica varía significativamente su contenido folicular. Esta no es una buena explicación para la variación ni queda clara si hay un área específica que sea más favorable para el desarrollo folicular o es simplemente algo azaroso.
Conclusiones
La presencia de un número suficiente de folículos (qué cantidad no se sabe todavía) sería adecuada para hablar de reserva ovárica, pero una corteza vacía o muy pocos folículos podría no significar nada y ser un hallazgo incidental. Sin embargo, el hallazgo de una distribución errática de los folículos en la corteza del ovario combinado con los posibles riesgos del procedimiento sugieren que en un balance riesgo-beneficio, este procedimiento no está justificado basado en los datos actualmente disponibles y el autor no lo recomienda para esta indicación.
Las mujeres jóvenes que se someten a una biopsia de ovario para preservar la fertilidad antes de realizar una quimioterapia, se suponen que tendrán una distribución folicular normal acorde a su edad. Sin embargo, se debería intentar determinar la cantidad de folículos antes de congelar las piezas y, de ser posible, obtener múltiples biopsias de diferentes partes de los ovarios para asegurarse de tener una cantidad suficiente de folículos.