Las masas ováricas en niñas y adolescentes normalmente son el resultado de quistes funcionales o neoplasias la mayoría benignas que se presentan más a menudo como molestias abdominales pueden semejar otras condiciones como apendicitis. El propósito de este estudio fue describir los signos y síntomas presentes y los diagnósticos diferenciales de niñas que fueron admitidas en el hospital con masas ováricas.
Se realizó una revisión retrospectiva de todas las pacientes hospitalizadas entre noviembre de 1985 y mayo de1994, con diagnóstico al alta de masa ovárica. Se registraron la edad, sintomatología presente, duración de los síntomas y resultados del examen físico y de imágenes radiológicas. Además de los diagnósticos preliminares y finales. Como control se utilizó a las pacientes con diagnóstico al egreso de apendicitis para el mismo período de tiempo.
Los autores obtuvieron los siguientes resultados: se identificaron cincuenta y un pacientes con masas ováricas durante el período de estudio. La edad media de las pacientes era 13.8 años con 12% menores de 6 años. Treinta y uno (61%) eran blancas, 14 (27%) era afroamericanas, 5 (10%) eran hispanas, y 1 era (2%) asiática. Los quistes funcionales que no son considerados verdaderas neoplasias respondieron al 43% (22) y los tumores 57% (29) de las 51 masas ováricas. De los 29 tumores, 86% eran el germen los tumores celulares; la mayoría teratomas. La mayoría (90%) de los teratomas eran benignos. Casi un cuarto (24%) de los tumores y 14% de las masas ováricas eran malignos. Tres quistes ováricos y un tumor de células de Sertoli-Leydig presentaron torsión.
Cincuenta por ciento de las niñas con los quistes ováricos se operaron. Durante el mismo período, se diagnosticaron 246 pacientes con apendicitis, siendo las masas ováricas aproximadamente el quinto diagnóstico más común. El síntoma más común fue el dolor abdominal (73%). En el examen físico, 69% de las muchachas tenían molestias abdominal, y 29% tenían una masa palpable. Treinta y ocho por ciento de pacientes vistos en la sala de emergencias tenían un diagnóstico preliminar de apendicitis. En todos las pacientes excepto 5, el diagnóstico era confirmado por la evaluación radiológica. En estos 5 pacientes restantes se realizó cirugía por sospecha de apendicitis encontrándose finalmente 3 quistes ováricos funcionales.
Discusión
Las pacientes con masas ováricas presentan a menudo molestias abdominales inespecíficas que pueden imitar otras enfermedades. En este estudio de niñas hospitalizadas con diagnóstico final de masa ovárica, el dolor abdominal era el síntoma más común, ocurriendo en el 73% de las pacientes, y la apendicitis era el diagnóstico inicial más común para todas éstas pacientes vistos en sala de emergencia. Es de notar que la duración promedio de los síntomas era sólo de 3 días, que sería el curso clínico razonable para la apendicitis. El diagnóstico de apendicitis en el niño joven, particularmente menor de 6 años de edad, es a menudo difícil y es necesario un alto índice de sospecha. Sin embargo, sólo 12% de las niñas en este estudio se encontraban en este rango de edad. La literatura médica no define el tamaño a partir del cual los tumores o quistes ováricos son sintomáticos.
La relación del tamaño y síntomas parece ser bastante inconstante como la demostrada en este estudio. La torsión o hemorragia pueden responder a algunos de los síntomas en los quistes más pequeños, pero otras causas deben englobarse fuera de estos casos. Aunque se considera que las masas ováricas son relativamente infrecuentes, en este hospital, representaron la quinta causa de admisión entre las niñas (51 comparadas con 246 apendicitis). En consecuencia las masas ováricas deben ser consideradas cuando una niña o preadolescente con dolor abdominal, particularmente si se sospecha apendicitis. En esta serie, 3 pacientes, todas con radiografías abdominales normales y ningún otro estudio radiológico realizado, fueron a la cirugía con diagnóstico preoperatorio de apendicitis pero tenían quistes ováricos benignos.
Aunque especulativo, una ecografía o tomografía computada revelaría los quistes ováricos hubiera cambiado la indicación quirúrgica. Los quistes ováricos benignos se resuelven a menudo espontáneamente, permitiendo por esto, un período de observación. En estas pacientes, otros síntomas gastrointestinales, como náuseas y vómitos, producía otros diagnósticos presuntivos incluso gastroenteritis y dolor abdominal inespecífico. Aunque una de las pacientes presentó pubertad precoz, varios tipos de tumores ováricos, así como los quistes funcionales, puede ser hormonalmente activos. Los autores no pudieron determinar de las historias clínicas si las 4 pacientes con menorragia y 1 con oligomenorrea tenían evidencia de tumores o quistes hormonalmente activos.
Conclusiones
Este estudio tiene varias limitaciones. Al ser una revisión retrospectiva, no se pueden buscar con precisión muchos signos o síntomas. Además, este estudio se trata de las pacientes sólo hospitalizadas en el hospital de niños. Otras niñas pueden haber tenido masas ováricas que no requirieron cirugía u hospitalización, mientras otras se pudieron haber derivado al ginecólogo. Esto nos pudo haber llevado a infravalorar la incidencia de masas ováricas, y así su frecuencia relativa cuando comparó con apendicitis.
No obstante, estos resultados indican que las masas ováricas deben ser consideradas en muchachas que se presentan al hospital con un cuadro clínico que podría corresponderse con apendicitis o con molestias gastrointestinales que no encajan bien con ningún diagnóstico en particular. Con respecto al diagnóstico por imágenes, la tomografía computada de abdomen y pelvis es considerada como el método más sensible y específico para confirmar el diagnóstico, aunque la ecografía también puede ser útil y la radiografía abdominal tiene valor limitado.
Artículo comentado por el Dr. Edgardo Checcacci, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Pediatría.