Hiperprolactinemia de causa tumoral y no tumoral

Suspensión de terapia a largo plazo con cabergolina

La cabergolina puede ser suspendida en pacientes con niveles de normales de prolactina y sin evidencia tumoral.

Autor/a: Dres. Colao A, Di Sarno A, Cappabianca P, Di Somma C

Fuente: N Engl J Med. 2003 Nov 20;349(21):2023-33.

Antecedentes:

Aún no ha sido determinado si la suspensión del tratamiento en pacientes con hiperprolactinemia no tumoral, microprolactinomas o macroprolactinomas es segura y efectiva. Se realizó un estudio observacional prospectivo sobre la suspensión de la cabergolina (un agonista del receptor de dopamina) en estos pacientes.

Métodos:

La población de estudio incluyó 200 pacientes - 25 pacientes con hiperprolactinemia no tumoral, 105 con microprolactinomas y 70 con macroprolactinomas. La suspensión de la cabergolina fue considerada si los niveles de prolactina se encontraban dentro de la normalidad, las imágenes por resonancia magnética (MRI) no mostraban ningún tumor (o una reducción tumoral del 50% o más, con el tumor a una distancia de más de 5 mm del quiasma óptimo y sin invasión del seno cavernoso u otras áreas críticas) y si el seguimiento luego de la suspensión podía continuarse durante al menos 24 meses.

Resultados:

Los porcentajes de recurrencia a dos - cinco años después de la suspensión de la cabergolina fueron del 24% en pacientes con hiperprolactinemia no tumoral, del 31% en pacientes con microprolactinomas y del 36% en pacientes con macroprolactinomas. No se observó reanudación del crecimiento tumoral en ninguno de los pacientes; en 10 pacientes femeninas (22%) y en 7 pacientes masculinos (39%) con hiperprolactinemia recurrente, se desarrolló nuevamente una disfunción gonadal.

En todos los grupos, los niveles de prolactina durante la recurrencia fueron significativamente menores que al momento del diagnóstico (P<0.001). El índice estimado de recurrencia (Kaplan-Meier) a los cinco años fue mayor en los pacientes con macroprolactinomas y en aquellos con microprolactinomas que tenían pequeños tumores remanentes visibles en las MRI en el momento de la suspensión del tratamiento que en los pacientes que no mostraron evidencia de tumor en el momento de la suspensión (pacientes con macroprolactinomas, 78% vs. 33%, P=0.001; pacientes con microprolactinomas, 42% vs. 26%, P=0.02).

Conclusiones:

La cabergolina puede ser suspendida con seguridad en pacientes con niveles de prolactina normalizados y sin evidencia tumoral. Sin embargo, debido a que el período de seguimiento en este estudio fue insuficiente para descartar tumores de crecimiento retrasado, se sugiere que los pacientes sean monitoreados de cerca, especialmente aquellos con macroprolactinomas, en quienes la reanudación del crecimiento tumoral podría comprometer la visión.