La depresión es un problema de salud pública que afecta a las personas y su entorno, y provoca importantes pérdidas económicas.
En el caso del trastorno depresivo mayor (TDM), los pacientes no suelen tener buena adherencia a la terapia antidepresiva, principalmente por efectos adversos de las drogas tales como disfunción sexual, aumentos de peso y alteraciones del sueño.
Los inhibidores de la recaptación de serotonina (IRS) han reemplazado a los antidepresivos tricíclicos como agentes de primera línea, por tener una eficacia comparable, dosificación más simple, mejor tolerancia y mayor margen de seguridad. Si bien están siendo cada vez más utilizados, se reconoce que causan efectos adversos en la esfera sexual, al igual que otros antidepresivos.
La disfunción sexual asociada al uso de antidepresivos (DSAA) ocurre en 30% a 70% de los pacientes que consumen IRS; por esta razón muchos interrumpen precozmente el tratamiento.
Hay estudios que demuestran aumentos de las tasas de disfunción eréctil (DE) en mayores de 40 años. Entre los hombres con DE, 55% a 95% tienen síntomas de depresión, y 50% a 90% de los hombres con depresión padecen DE.
El tratamiento del TDM puede mejorar la DE asociada a la depresión así como la disfunción sexual, pero también puede provocar DSAA. Esto ocurre generalmente al principio del tratamiento y rara vez remite espontáneamente.
El citrato de sildenafil es un inhibidor selectivo y competitivo de la fosfodiesterasa tipo 5 (la principal isoenzima catabólica de GMPc en los cuerpos cavernosos), que mejora la relajación del músculo liso cavernoso aumentando la respuesta al estímulo sexual. Los estudios aleatorizados muestran que es una droga efectiva en el tratamiento de la DE de diferentes causas, incluso en aquellos pacientes con depresión.
En este estudio prospectivo, aleatorizado, a doble ciego, controlado por placebo, se examinó el tratamiento con sildenafil de pacientes con TDM en remisión, que consumían IRS y presentaban DSAA.
Métodos
El estudio se llevó a cabo simultáneamente en 3 centros, y participaron hombres de entre 18 y 55 años, con diagnóstico de TDM en remisión tratados con IRS en dosis estables por al menos 6 semanas, que presentaran DSAA por al menos 4 semanas.
Fueron incluidos 90 participantes, y sometidos a examen físico que incluyera medición de la presión arterial, electrocardiograma y análisis de laboratorio. Los voluntarios fueron aleatoriamente designados a tratamiento con sildenafil (50 mg antes de mantener relaciones, no más de una vez al día) o placebo.
Se solicitó a los pacientes que tuvieran al menos dos intentos de relaciones sexuales por semana. El investigador podía decidir, en base a la eficacia y tolerancia, si la dosis debía ajustarse de una tableta a dos tabletas diarias.
La eficacia fue determinada mediante 4 herramientas de medición validadas: el Clinical Global Impresion Scale adapted for Sexual Function (CGI-SF), el IIEF, el Arizona Sexual Experience Scale (ASEX) y el Massachusetts General Hospital-Sexual Functioning Questionnaire (MGH-SFQ). Además, se realizó el Hamilton Rating Scale for Depression (HAM-D).