Sur
Música Anibal Troilo/Letra Homero Manzi/1948
Troilo señaló a Sur como su preferido entre los tangos cantables que compuso. El compositor puso música sobre letra y después Manzi hizo algunas modificaciones en los versos para ajustarlos a la melodía. Entre sus papeles póstumos se conservó un borrador de Sur. Acho Manzi -hijo de Homero- proveyó este escrito en el que, entre trazos que fueron definitivos, aparecen otros finalmente desechados: Sur…/callejón, terraplén,/y también paredón de arrabal/y almacén. Sur…/y mi afán de volver otra vez/y mi amor que se fue de tu amor/por partir, por volar/y además sin saber para qué. Sur…/Un pincel de emoción/al pintar tu telón de arrabal/me hace ver el portón/y el buzón y el farol/y me duele otra vez/el ayer que se fue de tu ayer/por afán de volar/para al fin retornar sin querer.
Mi Buenos Aires querido
Música Carlos Gardel/Letra Alfredo Le Pera/1934
"Los tangos de Gardel" -dijo Terig Tucci, músico argentino que lo acompañó como director orquestal en Estados Unidos- "son totalmente suyos. Que nosotros lo ayudábamos, es cierto, pero sólo para armonizarlos y escribirlos en el pentagrama. Las melodías son todas originales de Gardel. Generalmente, Le Pera escribía los versos de acuerdo a la situación del argumento de la película, luego Gardel los musicalizaba y finalmente nos lo cantaba para que pudiéramos escribirlo. Pero todo fue de Gardel…Bueno, todo no…Hubo una vez que yo metí la cuchara, y fue en Mi Buenos Aires querido. Gardel había escrito un tango de dos partes, como se estilaba habitualmente, y a mi me pareció que le faltaba algo. Fue así que agregué los primeros compases, que se repiten al final. Son aquellos en que la letra dice: Mi Buenos Aires querido/cuando yo te vuelva a ver/no habrá más pena ni olvido… A Gardel le gustó mucho y lo aceptó."
El choclo
Música Angel Villoldo/Letras A. Villoldo, J. C. Marambio Catán, E. Santos Discépolo/1903
El choclo fue estrenado por el pianista José Luis Roncallo en el Americano, un lujoso restaurante de Cangallo al 900. Presume el historiador Enrique Puccia que el origen de su título fue un homenaje a la presa más codiciada de la olla que se había hecho famosa en la fonda El Pinchazo. Roncallo dirigía un sexteto que amenizaba las comidas con trozos musicales de famosos autores. El día de su estreno, ante la negativa del dueño del salón de permitir que allí se tocaran tangos, El choclo fue anunciado como una danza criolla. Fue Marambio Catán quien a fines del 30, ya muerto el compositor y con autorización de su hermana, escribió nuevos versos. La última letra, la más popular (Con este tango que es burlón y compadrito/se ató dos alas la ambición de mi suburbio…), pertenece a Discépolo. En cuanto a las versiones en otros idiomas, se escribieron varias, pero la más divulgada fue la que se hizo en inglés y que llegó a cantar Louis Armstrong con el título Kiss of fire (Beso de fuego).
Naranjo en flor
Música Virgilio Expósito/Letra Homero Expósito/1944
Hijos de un pastelero poeta, Homero y Virgilio Expósito tenían el destino trazado desde el bautismo. Crecieron en la localidad bonaerense de Zárate alentados por su padre en toda iniciativa más o menos artística. Naranjo en flor es el tango más difundido de estos hermanos. "Cuando lo compuse" -contó Virgilio-, "Homero enseguida puso los versos: Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir, y al fin andar sin pensamiento. Yo le dije: La pucha ¿y ahora qué más le vas a poner? Con estos versos se acabó todo, está todo dicho. Había que dar un respiro. Entonces, empezamos con la cosa menos densa, más simple. Era más blanda que el agua."
En esos versos aparece la brillante capacidad de Homero para mezclar los sentidos. Aquí revela el tacto del gusto, como en Trenzas, el gusto del color (Trenzas de color de mate amargo) y el sabor del tacto (Seda dulce de tus trenzas)."
Malena
Música Lucio Demare/Letra Homero Manzi/1941
Homero Manzi -quien volvía de un viaje a México- pasó por San Pablo donde escuchó cantar a Malena Toledo, una argentina que llevaba años radicada en Brasil. Se llamaba realmente Elena Torterolo y se casó con un popular bolerista de entonces, Genaro Salinas. Fue como un desafío. Manzi le dijo: - Te llamás Malena, te voy a hacer un tango. - A que no, dijo Malena. - A que sí, le contestó Manzi. Y fue que sí.
Homero llegó a Buenos Aires y se encontró con Lucio Demare, junto con quien muy poco antes había logrado un gran éxito Negra María. Demare escribió su célebre melodía con Manzi dictándole la letra, en un café que estaba en avenida Alvear y Acevedo (hoy Libertador y República de la India). Poco después lo completaron en el cabaret Novelty. Según declaraciones de Demare, efectivamente Manzi se inspiró en Malena Toledo… pero circulan otras versiones. La cancionista Nelly Omar fue asociada frecuentemente al personaje, pero la presunción de que Manzi y ella se conocieron tiempo después del estreno de Malena relativiza la teoría de que fue escrito en su homenaje.
Acho Manzi -hijo de Homero- recogió un comentario de Tita Merello según el cual el poeta escribió el tango pensando en ella.
La cumparsita
Música Gerardo Matos Rodríguez/Letras: Pascual Contursi y Enrique Maroni/1917
Según documentación del propio Gerardo Matos Rodríguez en poder de su sobrina Rosario Durán, La cumparsita fue estrenado el 19 de abril de 1917, por Roberto Firpo en el café La Giralda de Montevideo. Matos lo había compuesto un tiempo atrás, sin tener conocimientos musicales. Y al enterarse de la llegada del pianista Firpo a Montevideo, con la ayuda de su hermana Becha hizo un manuscrito de la música. Le llevó el tango a Firpo. Como estaba escrito en forma deficiente, debió recurrir luego al pianista Carlos Warren para que hiciera una nueva versión. Se dice que en el proceso también puso mano el bandoneonista Minotto. Finalmente, Firpo accedió a tocarlo, pero hizo a su vez una nueva versión. Se presume que la tercera parte del tango fue compuesta por Firpo. Lo cierto es que lleva unos compases de un tango anterior de don Roberto, La gaucha Manuela.
Adiós Nonino
Música Astor Piazzolla/Letra Eladia Blázquez/1960
Vicente Piazzolla, el padre de Astor, es el destinatario de Adiós Nonino. Tenía muy precarios conocimientos de música y apenas dejó unos sencillos tangos esbozados, pero fue el gran aliento en el trabajo de Astor desde la compra del primer bandoneón. Murió en 1959, mientras el músico estaba en Puerto Rico participando del tipo de espectáculo que él calificaba como "deprimente". Nonino murió de una manera repentina. "Nunca estaba enfermo -explicó Astor en una entrevista-. Era un roble, iba en bicicleta a comprar el pan, se pegó con el pedal en el pie, se produjo una lastimadura, se formó un coágulo y…" La noche en que Astor recibió la noticia de labios de su esposa, Dedé, siguió adelante con la función. Cuenta en su biografía (que escribió su hija Diana): "No hice ni dije nada. Seguí actuando, imperturbable. No porque no me doliera… es que ya no daba más. Cuando volví a Nueva York en el trayecto del aeropuerto a casa, miraba los barrios por los que íbamos pasando, los subterráneos, la calle 42, el Central Park. Los recuerdos se me vinieron de golpe a la cabeza y en todos estaba mi padre. Cuando entré en mi departamento, me senté en un sillón y me quedé un rato como en el aire…". En tres cuartos de hora, compuso "Adiós Nonino".
Caminito
Música: Juan de Dios Filiberto/Letra: Gabino Coria Peñaloza/1926
Filiberto conoció a Coria Peñaloza a través del pintor Benito Quinquela Martín, que por considerarlo "un poeta loco" lo postuló como el colaborador indicado.
La sociedad produjo El pañuelito, La cartita, El besito y, finalmente, Caminito. Al hablar sobre el nacimiento de este tango, Filiberto narró la historia de "esa curva abierta de yuyos", un sendero en la Boca que él recorría todos los días a principios de siglo para llegar a su trabajo como mecánico en la compañía Mihanovic y que, años después, sumado al recuerdo de una joven que solía asomarse a la ventana de una de las casas vecinas, le inspiró los primeros compases.
Uno
Música: Mariano Mores / Letra: Enrique Santos Discépolo / 1943
"Para hablar de 'Uno' -dice Discépolo- tengo que hablar del especial estado de ánimo que precedió a su nacimiento. No sé qué diablos me pasaba. Me entró de pronto una melancolía inexplicable. Melancolía de canario. Yo, que generalmente tengo buen humor, estaba insoportable. Quería pelearme con todo el mundo. Con los guardas, con los colectiveros. Con este cuerpo, quería pelear… Fue una temporada terrible. Hice lo único lógico en ese clima de ilógica: ¡Me encerré! En esos diez días pensé en las cosas de mi vida. Pero no pensé en los momentos buenos, pensé en los malos. Me curé con mi propia amargura. En otras circunstancias, acaso no hubiera escrito lo que escribí. Aquellos diez días de locura absurda me ayudaron a preparar el tema. La desilusión amarga del que no puede amar, aun queriendo amar, no había sido tratada todavía. Yo aprendí, en aquellos días de reviro, que la gente sería inmensamente feliz si pudiera no presentir…"
Cambalache
Música y letra: Enrique Santos Discépolo / 1934
Este tango fue escrito por Discépolo para la película El alma del bandoneón, que se estrenó en febrero de 1935 en el cine Monumental. En el filme, es cantado por Ernesto Famá acompañado por la orquesta de Francisco Lomuto. Antes del estreno, Luis Amadori le llevó Cambalache a Sofía Bozán, que logró cantarlo por primera vez en público en el Teatro Maipo, pese a la oposición de Angel Mentasti, productor de la película, que llevó un abogado dispuesto a impedir el estreno. La discusión los llevó a la confitería Richmond de la calle Esmeralda, donde Amadori logró aplacar al furioso Mentasti, que terminó encargándole un libreto para Pepe Arias. Una década después será Julio Sosa quien lo hará conocer a las nuevas generaciones. Sosa introdujo cambios en la letra. Canta: "El que vive de las minas" en lugar de "el que vive de los otros". Y después: "Mezclaos con Toscanini/van Scarfase y la Mignon, Don Bosco y Napoleón" en lugar de "Mezclaos con Stravinsky/van Don Bosco y la Mignon,/Don Chicho y Napoleón".