Esterilidad: factor tubario

Alternativas diagnósticas y terapéuticas en el factor tubario

La obstrucción tubaria ocurre en el 12% al 33% de las parejas con problemas de fertilidad. Es por eso que es importante estudiar el factor tubario oportunamente.

Autor/a: Dr. Khalaf Y.

Fuente: BMJ. 2003 Sep 13;327(7415):610-3.

Indice
1. Desarrollo
2. Bibliografía
3. Diagnóstico de subfertilidad por un factor tubario

La indemnidad de las trompas de Falopio es necesaria para lograr un embarazo. Son órganos encargados de recoger el óvulo, de transportar el óvulo, los espermatozoides y el embrión. Las trompas también son necesarias para la capacitación espermática y la fertilización del óvulo. La fertilización del óvulo se produce en las trompas de Falopio y las primeras etapas del desarrollo del embrión ocurren en los cuatro días en que viaja el embrión a la cavidad uterina. Por lo tanto, las trompas tienen la función de nutrición y desarrollo. Las trompas son vulnerables a la infección y al daño quirúrgico que puede afectar las fimbrias o el endosálpinx. La obstrucción tubaria ocurre en el 12% al 33% de las parejas con problemas de fertilidad.1 Es por eso que es importante estudiar el factor tubario oportunamente.

Causas de daño tubario

Infección

La infección pelviana es una de las causas más frecuentes de daño tubario. Puede ocurrir por una enfermedad de transmisión sexual o luego de un aborto, de un puerperio con sepsis o de la colocación de un dispositivo intrauterino (DIU). La severidad del daño tubario va a depender del número y severidad de los episodios.2 La mayoría de los casos son asintomáticos por lo que la paciente no refiere el antecedente de infección.

Chlamydia trachomatis: La Chlamydia trachomatis produce la mitad de los casos de enfermedad pelviana inflamatoria en países desarrollados. Pocas veces se diagnostican por ser generalmente asintomáticas. Pueden producir uretritis, cervicitis, endometritis y salpingitis, que llevan a adherencias peritubarias. Estas adherencias pueden producir esterilidad, un embarazo ectópico y dolor pélvico crónico. La demora en el tratamiento aumenta el riesgo de secuela y de transmisión de la infección a las parejas sexuales.

Gonorrea: La gonorrea es frecuente en mujeres jóvenes, de bajos recursos o promiscuas. Puede presentarse como una infección localizada del tracto genital inferior, como una infección que invade el tracto genital superior o como una enfermedad diseminada con manifestaciones sistémicas; sin embargo, también puede ser asintomática. En el 30-50% de los casos, hay una infección concurrente de clamydia.

Tuberculosis genital: La tuberculosis genital puede producir un bloqueo tubario, un absceso tubo-ovárico o adherencias pélvicas firmes (pelvis congelada). La incidencia de oclusión tubaria aumenta con el número de infecciones pelvianas que tenga la paciente.
Sepsis post-embarazo: La sepsis post-embarazo (post-aborto y la infección puerperal) pueden asociarse con una salpingitis y con una endometritis. La endometritis con retención de restos placentarios puede llevar a un raspado con la consecuente denudación del endometrio; se pueden formar sinequias uterinas que pueden ocluir la cavidad en forma parcial o total. Esta es una causa infrecuente pero importante (síndrome de Asherman) de esterilidad que produce oligomenorrea o amenorrea con un perfil hormonal normal.

Dispositivo intrauterino (DIU): El riesgo de infección del tracto genital superior luego de la colocación de un DIU es mayor dentro de los primeros veinte días de la misma. Luego, este riesgo disminuye. Al extraer el DIU, el riesgo de infección es muy bajo.

Endometriosis

La obstrucción tubaria completa por endometriosis es rara. Generalmente se produce una distorsión y limitación de la movilidad de las fimbrias por las adherencias pelvianas.

Cirugía

Complicaciones luego de la cirugía: El antecedente de una laparotomía es un factor de riesgo reconocido para factor tubario. Sin embargo, el antecedente de una apendicitis perforada en la niñez no tiene un efecto negativo a largo plazo.
Ligadura tubaria: Las mujeres que se realizan una ligadura tubaria y luego quieren volver a embarazarse pueden operarse o someterse a una fertilización in vitro. Los resultados de la cirugía van a depender del método utilizado para la ligadura (clips, anillos, diatermia o escisión), el lugar, la longitud de la trompa restante y del factor ovulatorio y espermático.

Prevención del daño tubario

El sexo seguro disminuye las enfermedades de transmisión sexual y las secuelas. El screening de la infección por chlamydia en las mujeres en edad reproductiva disminuye la prevalencia y la incidencia de enfermedad pelviana inflamatoria. El tratamiento agresivo disminuye las secuelas tardías.3

La pareja sexual debe recibir tratamiento para disminuir las chances de reinfección. En los casos de aborto provocado se debe minimizar el riesgo de infección pelviana. Las mujeres que se harán un procedimiento uterino invasivo (histeroscopía, histerosalpingografía, histerosonografía) deben realizarse un cultivo previo en busca de clamydia o deben recibir antibióticos en forma profiláctica.

Artículo comentado por la Dra. Marisa Alejandra Géller, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Tocoginecología.