El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, firmó la ley que prohíbe los abortos en casos de embarazo avanzado. Se trata de la legislación más restrictiva en cuestiones de aborto aprobada en Estados Unidos desde hace 30 años y que ha causado muchas protestas por parte de muchos grupos sociales, y cuya aplicación ha sido bloqueada hasta esperar el veredicto de tres tribunales, que están estudiando su constitucionalidad.
La firma por parte de Bush supone una victoria para los grupos antiabortistas estadounidenses, que llevaban años luchando por que se aprobara la ley. Los principales representantes de esos grupos aplaudieron al mandatario cuando prometió defender ante los tribunales la constitucionalidad de la medida.
"Durante años se ha practicado una terrible forma de violencia a niños que están a punto de nacer mientras la ley miraba hacia otro lado", dijo Bush a los líderes religiosos, los miembros de Congreso durante la ceremonia de firma en Washington. "Hoy, finalmente, el pueblo estadounidense y nuestro gobierno han confrontado la violencia y han salido en defensa del niño inocente", afirmó.
Hasta ahora, en Estados Unidos no existían límites de embarazo para practicar abortos. Con la nueva ley, se prohíbe practicar abortos en el segundo o tercer trimestre de embarazo. Hubo varios intentos antes por aprobar esta medida y, en dos ocasiones, el ex presidente Bill Clinton vetó su puesta en práctica.
Los grupos proabortistas han argumentado que la ley es demasiado amplia y no considera excepciones, como la posibilidad de que existan riesgos para la salud de la madre. También creen que se trata de un primer paso por parte de los conservadores para prohibir totalmente los abortos en Estados Unidos, que están legalizados desde 1973.
"Esta ley es fruto de una iniciativa concertada para hacer retroceder décadas de progreso en lograr la libertad reproductiva", dice Gloria Feldt, presidenta de la Federación Americana de Paternidad Planificada, que puso una demanda a la ley.
En todo caso, la firma permite a Bush reivindicarse ante los votantes más conservadores en un momento crucial para su reelección, aunque también le podría perjudicar de cara a lograr los votos de aquellos ciudadanos que están en el centro del espectro político.
"El mejor argumento en contra del aborto en embarazos avanzados es describir lo que se le hace al feto. Primero se da a luz de forma parcial para luego poner fin a esa vida de forma violenta", dijo Bush. Según concluyó, "la vida no puede ser garantizada o negada por el Gobierno, porque no proviene del Gobierno, sino del creador de vida".
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