Los efectos adelgazantes de este fármaco se han investigado en varios modelos animales de obesidad, y se ha observado que disminuye la resistencia a la insilina y la hiperlipemia relacionadas a la obesidad, induciendo cambis en las funciones de la leptina y de los glucocorticoides.

En el nuevo artículo se presentan datos de un obeso mórbido -el propio autor de la investigación, el Dr. M. Alemany-, que decidió probar la oleoil-estroma, siendo así la primera persona en la que se ha ensayado. Antes del tratamiento pesaba 172 kg y su índice de masa corporal (IMC) era de 51,9. El tratamiento por vía oral se administró en 10 períodos consecutivos de 21 días, con descanso de al menos 2 meses entre cada período. A los 27 meses, había perdido 38,5 kg de peso (22,3%) y su IMC pasó a ser de 40,5, lo que representa una reducción del 22%. Además, se normalizaron los niveles de glucemia, insulinemia y transaminasas, sin que el tratamiento produjera modificaciones hormonales significativas.

No hubo restricciones en la dieta, a excepción de las inducidas propiamente por el tratamiento. El Dr. Alemany explica que tenía menos interés por los dulces y un fuerte incremento de la apetencia por los alimentos ricos en proteínas. El apetito se mantuvo, pero la sensación de saciedad aparecía más pronto durante las comidas, lo que daba lugar a una reducción espontánea de la ingestión. La tendencia a mantener la pérdida de peso se mantuvo incluso después de retirar la medicación.

Evidentemente, un estudio con un solo paciente no da lugar a conclusiones y será necesario emprender ensayos clínicos para confirmar la eficacia y seguridad de la oleoil-estroma, si bien parece ser un fármaco prometedor.

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