El Dr. Nieto ha recordado que los antiácidos más habituales contienen calcio, magnesio y aluminio, pero "el magnesio puede tener un efecto laxante y el aluminio puede conllevar estreñimiento". Los fármacos compuestos por calcio y magnesio presentan una eficacia similar a las asociaciones clásicas de aluminio y magnesio y, como éstos, no provocan efecto rebote en la producción de ácido gástrico.
En el embarazo, según el Dr. Nieto, hay que seguir el mismo tratamiento del RGE que en situaciones normales: dieta y, si persiste, medicación antiácida, en la que no se recomiendan los compuestos basados en aluminio. Finalmente, se pueden administrar anti H2, pero no son recomendables. Ha añadido que en el embarazo, los antiácidos con magnesio pueden reducir el crecimiento intrauterino retardado.
En gestantes, los estudios han revelado que los antiácidos con calcio son útiles para prevenir desórdenes hipertensivos, para reducir la incidencia de neonatos con bajo peso y no incrementa el estreñimiento ni la anemia, sin olvidar la importancia que tiene para la formación del esqueleto fetal. Las ventajas anteriores llevan al especialista a recomendar, en caso de pirosis en el embarazo, que no ceda a las medidas dietéticas, "la administración de antiácidos que contengan calcio cuando la mujer presenta riesgo de HTA y la ingesta de calcio es baja". Sobre este aporte deficitario ha destacado que "buena parte de las gestantes españolas no ingiere los 1.200 miligramos diarios".
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Hospital Universitario Príncipe de Asturias
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