Algunos estudios sugieren que la edad de inicio del TOC puede ser un rasgo distintivo importante, y que los niños con TOC así como los adultos cuyos síntomas se iniciaron en la infancia podrían representar un subgrupo diferenciado. Este estudio tuvo por objetivo verificar si la edad de inicio es un factor de importancia para establecer un subtipo de TOC.
Método:
La muestra estuvo compuesta por 42 pacientes seleccionados entre consultantes consecutivos en el Centro Médico de la Universidad de San Pablo, Brasil, que reunían los criterios del DSM-IV para TOC.
Se definió la "edad de inicio" como la edad en que comenzaron los síntomas obsesivo-compulsivos, según fue recordado por el paciente y/o sus familiares. Los 10 años de edad fueron tomados como límite inferior para el inicio temprano, y los 17 años y más se consideraron como inicio tardío.
Mediciones:
La presencia y gravedad de los síntomas obsesivo-compulsivos y de tics se efectuó empleando las listas de síntomas y las escalas de la Yale-Brown Obsessive Compulsive Scale y la Yale Global Tic Severity Scale. Las experiencias subjetivas asociadas con compulsiones y/o tics fueron evaluadas con la USP-Harvard Repetitive Behavior Interview.
Asimismo se administraron a todos los pacientes los Inventarios de Depresión y de Ansiedad de Beck. La comorbilidad se evaluó con la Entrevista Clínica Estructurada del DSM-IV. Finalmente, el trastorno de déficit de atención por hiperactividad se investigó mediante un módulo de la Schedule for Affective Disorders and Schizophrenia for School Age Children.
Resultados:
Pudieron constituirse dos grupos de pacientes: 21 pacientes con TOC de inicio temprano y otros 21 de inicio tardío. No hubo diferencias estadísticamente significativas en cuanto a género, promedio de edad, años de educación formal, o estatus socioeconómico.
Entre los sujetos del grupo de inicio temprano las compulsiones comenzaron unos dos años que las obsesiones. Entre los sujetos del grupo de inicio tardío, obsesiones y compulsiones comenzaron casi al mismo tiempo.
En cuanto a la gravedad de los síntomas, el puntaje total de la Escala Obsesivo-Compulsiva de Yale-Brown fue significativamente mayor entre los de inicio temprano que entre los de inicio tardío, debido a los altos puntajes de la escala de compulsión en ese grupo. No hubo diferencias significativas entre ambos grupos en las escalas de medición de tics y los inventarios de Ansiedad y de Depresión de Beck.
Respecto del tipo de síntomas, en el grupo de inicio temprano hubo una cantidad significativamente mayor de sujetos con compulsiones tipo tic. Asimismo, en este grupo una cantidad significativamente mayor de sujetos refirió tener obsesiones y compulsiones para coleccionar, compulsiones a la repetición, y otras varias compulsiones. Todos los pacientes del grupo de inicio temprano refirieron fenómenos sensoriales precediendo sus conductas repetitivas, en tanto en el grupo de inicio tardío el 67% de los pacientes refirió tener esos fenómenos sensoriales. En el grupo de inicio temprano estas sensaciones resultaron ser tanto de tipo corporal como mental.
El 83% de los pacientes tuvo al menos otro diagnóstico del Eje I del DSM-IV en el curso de su vida. La única diferencia que se observó entre los grupos es que en el grupo de inicio temprano hubo una mayor frecuencia de comorbilidad con trastornos de tic crónicos y trastorno de la Tourette.
En cuanto a la respuesta al tratamiento, sólo el 31% de los pacientes del grupo de inicio temprano tuvo una respuesta favorable a la monoterapia con un agente anti-obsesivo (clomipramina o ISRS).
Síntesis y traducción por la Lic. Alicia Kasulin, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Psiquiatría.