Se denominan así las diferentes formas en que puede presentarse un medicamento para su administración.
En el medicamento terminado, tal cual estamos acostumbrados a verlo, la sustancia activa o principio activo, se encuentra en forma de sal (sulfato, gluconato, etc.), asociado a elementos sin actividad terapéutica, denominados excipientes (almidón, celulosa, lactosa, etc.). Estos excipientes no son despreciables y, si bien no tienen actividad terapéutica curativa, sí influyen en su efectividad.
Medicamentos similares suelen tener el mismo principio activo, pero diferentes excipientes. Esto explica por qué frecuentemente dos medicamentos similares, más allá de la calidad de sus materias primas, se comportan en forma diferente en lo que a eficacia se refiere.
Este es un elemento más que juega en contra del libre cambio entre medicamentos similares.
Entre las formas farmacéuticas más comúnmente utilizadas en la actualidad, destacamos:
a. Formas sólidas:
1. Polvos. Se trata de una o varias sustancias molidas o mezcladas. Se pueden administrar tópicamente o preparar con ellas una solución o suspensión para ser administradas por vía oral o inyectable.
2. Granulados. Se trata de un polvo presentado en forma de pequeños gránulos adecuados para la preparación de soluciones y/o suspensiones.
3. Comprimidos. Se obtienen por compresión del o los principios activos junto con los excipientes. Los comprimidos pueden ser simples o recubiertos.
4. Cápsulas. se trata de un contenedor, habitualmente de gelatina, que contiene en su interior el principio activo. Se reconocen tres variantes:
- Perlas y cápsulas blandas. Son blandas, elásticas y están destinadas a contener en su interior un líquido o una gelatina.
- Duras. Están formadas por dos piezas rígidas, que se unen y contienen en su interior un polvo o microgránulos de principio activo.
5. Grageas. Están constituidas por un núcleo de principio activo comprimido, recubierto por una capa de azúcar, con o sin colorante, a los efectos de mejorar el sabor y proteger la droga de la humedad y el aire.
6. Comprimidos de liberación retardada. Mediante diferentes técnicas galénicas es posible controlar las condiciones de liberación del principio activo. Este recurso resulta particularmente útil en drogas con vida media corta, en las cuales e busca simplificar la posología.
7. Supositorios. Son preparados sólidos para administrar por vía rectal. Sus excipientes permiten la disolución a temperatura corporal.
b. Formas semi-sólidas:
8. Pomadas, ungüentos y cremas. Se trata de preparados para uso externo, de consistencia blanda, constituidos por uno o varios principios activos, en una base responsable de su consistencia. Desde el punto de vista de su hidrosolubilidad (capacidad para disolverse en agua), se reconocen las cremas (las más hidrosolubles), las pomadas (más grasosas), y los ungüentos (los menos hidrosolubles y más oleosos).
9. Jaleas. El principio activo se encuentra en forma coloidal (gel), disperso en agua. Es una forma galénica muy utilizada en los productos cosméticos.
c. Formas líquidas:
10. Soluciones. Consisten en una preparación líquida, resultante de la disolución de los principios activos en agua. Pueden ser utilizadas por cualquier vía. Hay soluciones para ser utilizadas por vía oral, parenteral, tópica, rectal, ocular e inhalatoria.
11. Jarabes. Son preparados líquidos en los cuales el principio activo se encuentra disuelto en una solución concentrada de azúcar o glucosa.
12. Suspensiones. Están constituidas por la disposición del principio activo sólido insoluble en un vehículo acuoso. Pueden administrarse por vía oral o inyectable.
13. Emulsiones. En este caso, la disposición del principio activo se hace en forma de pequeñas gotitas. Suelen ser gotitas oleosas en un medio acuoso (aceite en agua).
d. Formas gaseosas:
14. Gases. Se trata de principios activos en estado gaseoso (oxígeno, gases anestésicos), que se administran por vía inhalatoria.
15. Aerosoles. Son dispersiones finas de un líquido o un sólido, en forma de niebla, utilizando un gas propelente.