Pacientes y Métodos
Los autores realizaron una revisión retrospectiva de pacientes con endoftalmitis aguda post-cirugía de cataratas con cultivo positivo. Se define "endoftalmitis aguda post-quirúrgica" a la infección con cultivo positivo ocurrida dentro de las 6 semanas posteriores a la cirugía. Fueron excluidos los pacientes a quienes se les practicaba un implante secundario, extracción de la lente intraocular o todo procedimiento combinado de extracción de cataratas con cirugía filtrante o transplante de córnea. A través de los informes quirúrgicos, se constató el tipo y cierre de la incisión de cada paciente, cuando no pudo determinarse fueron excluidos.
El grupo de control se organizó en base a la selección aleatoria de 400 informes quirúrgicos de extracción de cataratas con implante de lente intraocular en un período de 4 años (100 casos por año). Como la selección fue realizada al azar, no intervienen los factores tales como la edad, género o características oculares.
El tipo de incisión y la presencia de sutura fueron considerados variables independientes y la presencia o ausencia de endoftalmitis fue la variable dependiente. Es decir, se analiza la influencia del tipo de incisión (túnel escleral o córnea clara) y la presencia o ausencia de suturas sobre el riesgo de desarrollar una endoftalmitis.
Resultados
En este estudio se identificaron 65 pacientes con endoftalmitis post-cirugía de cataratas. Se excluyeron a 27 pacientes por las siguientes razones: 16 tuvieron un resultado negativo en el cultivo, 5 pacientes tuvieron complicaciones durante la extracción de la catarata o en el período post-operatorio y 6 pacientes por tener incompletos sus registros. De los 38 pacientes que cumplían con los criterios de inclusión de este estudio, 15 tuvieron una observación sobre la integridad de la incisión de la cirugía de cataratas por el especialista en retina que realizó el tratamiento de la endoftalmitis, 8 pacientes presentaron problemas de cicatrización requiriendo una o más suturas.
De los 38 pacientes, 17 (45%) tuvieron incisiones en córnea clara y 21 (55%) incisiones en túnel escleral. De los 17 pacientes con incisiones en córnea clara, 12 (71%) no presentaban suturas y los 5 pacientes restantes (29%) tenían al menos una sutura. De los 21 pacientes con incisiones en túnel escleral, 6 (29%) no presentaban suturas y los restantes 15 pacientes (71%) tenían al menos una sutura.
De los 400 reportes quirúrgicos seleccionados inicialmente, se excluyeron 29 casos por falta de datos precisos sobre el tipo de incisión o cierre de la cirugía. De los 371 casos finalmente estudiados, a 76 pacientes (20%) se les practicaron incisiones en córnea clara, 48 de ellos (63%) sin suturas y 28 (37%) recibieron al menos una sutura. De los 295 pacientes a quienes se les practicaron incisiones en túnel escleral, 149 (51%) no tuvieron suturas y 146 (49%) tuvieron al menos una sutura.
La interacción entre el tipo de incisión y la sutura no estuvo asociada significativamente a endoftalmitis. La incisión en córnea clara fue asociada más frecuentemente a endoftalmitis. La presencia o ausencia de suturas no estuvo asociada significativamente a endoftalmitis. Dentro del grupo de pacientes no suturados, la incisión en córnea clara estuvo más asociada a endoftalmitis. Dentro del grupo de pacientes a quienes se les practicó al menos una sutura, no se registraron diferencias significativas asociado a los tipos de incisiones consideradas.
Conclusiones
En este estudio retrospectivo, los autores concluyen que la incisión en córnea clara, para la extracción de cataratas, fue asociada con una frecuencia tres veces mayor a endoftalmitis post-quirúrgica aguda, con respecto a la incisión en túnel escleral; y exponen 2 posibles argumentos para explicar este resultado.
Primero, cuando se introduce una nueva técnica quirúrgica, se produce un período de aprendizaje y de transición a esta nueva técnica. La utilización de la incisión en córnea clara se incrementó en el transcurso de los primeros tres años de este estudio. Por lo tanto, un período de transición de la incisión en túnel escleral a la incisión en córnea clara puede estar acompañado de tropiezos transitorios que incrementen la incidencia de endoftalmitis post-quirúrgica aguda. Esta tendencia debería retornar a niveles bajos normales, una vez logrado un adecuado dominio de la técnica. Esta hipótesis está sustentada por distintos estudios que muestran que si el porcentaje de utilización de incisiones en córnea clara está aumentando sustancialmente (40%), no puede estar asociada con un importante factor de riesgo de endoftalmitis.
Segundo, una incisión autosellante y estable, puede ser más difícil técnicamente en la córnea que en la esclera. Otros estudios sugieren que la integridad del autosellado de la incisión depende de su tamaño. Los resultados y conclusiones de este estudio deben ser interpretados con precaución y no tomarlos como una demanda o denuncia de mayor incidencia de endoftalmitis con una determinada técnica quirúrgica. Sin embargo, las conclusiones a las que se arribaron en este estudio, están respaldadas por las tendencias observadas en trabajos realizados en otras comunidades.
Existe un incremento en la preferencia de los cirujanos por la incisión en córnea clara sobre la incisión en túnel escleral. En un informe publicado por la Asociación Americana de Cirugía Refractiva y Cataratas en junio de 2001, el 47% de los cirujanos encuestados utilizaba incisiones en córnea clara, la revisión de años previos, revela la siguiente tendencia: 1.5% en 1992, 12.4% en 1995, 23% en 1996, 30% en 1998 y 40% en 1999.
En conclusión, con el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas, el radio riesgo/beneficio teniendo en cuenta las complicaciones y el eventual resultado visual, es siempre de suma importancia.
Artículo comentado y traducido por el Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de Oftalmología.