Embarazo normal

Guía de control prenatal

En la Argentina, existe un alto porcentaje de partos institucionales, pero sigue habiendo una baja tasa de utilización de servicios para el control del embarazo.

Autor/a: Dres. Sergio Casini, Gustavo A. Lucero Sáinz, Martín Hertz y Elsa Andina

Fuente: Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2002, 21 (2)

Indice
1. Desarrollo
2. Cuidado preconcepcional
3. Otras actividades durante el control prenatal
4. Primera consulta
5. Listado de factores de riesgo perinatales
6. Actividades durante el control prenatal
7. Bibliografía

Muchos determinantes influencian la salud de la mujer embarazada y sus niños por nacer. Estos incluyen las condiciones socioeconómicas, educacionales, políticas, sociales, de las organizaciones de salud de la comunidad, y a sus recursos financieros y humanos, como así también varían de acuerdo a la geografía, el clima, las condiciones de vivienda y sus características culturales.

El control prenatal modifica sustancialmente los resultados neonatales y maternos, pero aún existen criterios divergentes acerca de cuál debe ser el modelo adecuado del mismo. Se observa muy poca consistencia entre países en términos del contenido de las guías de cuidado prenatal, sugiriendo la necesidad de reexaminar sus contenidos y las evidencias en las que esas recomendaciones se han basado.

Esta guía se ha desarrollado sobre la base de la "Guía para la práctica del cuidado preconcepcional y del control prenatal" del Area de Salud Materno Perinatal y Reproductiva del Ministerio de Salud de Argentina (año 2001) Se propone realizar recomendaciones en base a la evidencia científica para mejorar la efectividad del cuidado, la racionalización del uso de los recursos y promover la calidad del cuidado prenatal. Su aplicación es reconocida como una importante estrategia en la promoción de la buena práctica.

La meta fundamental de proveer un adecuado cuidado prenatal es mejorar y mantener la salud y el bienestar de las madres, los niños y sus familias. Esto involucra evaluar y monitorizar el estado de salud de la mujer y sus niños no nacidos lo más precozmente posible, durante el embarazo y hasta el nacimiento. Esta guía se ha desarrollado para ser aplicada en un Servicio de Obstetricia del Sistema de Atención Pública de la Ciudad de Buenos Aires.Para ser aplicada en otro ámbito, debiera ser adaptada de acuerdo a las necesidades locales y regionales y a las propias de cada mujer y sus familias.

Niveles de evidencia

I. Evidencia obtenida de al menos un estudio controlado y aleatorizado apropiado.
II.a. Evidencia obtenida de estudios controlados bien diseñados sin aleatorización.
II.b. Evidencia obtenida de estudios de cohorte o decasos y controles bien diseñados preferentemente de un centro o un grupo de investigación.
III. Evidencia obtenida de múltiples series de casos en el tiempo con o sin intervención.
IV. Opiniones de autoridades respetadas, basadas en la experiencia clínica, estudios descriptivos y reportes de casos o reportes de comités de expertos.

Recomendaciones

A. Hay evidencia para respaldar la recomendación.
B. Hay pobre evidencia.
C. Hay evidencia insuficiente.
D. Hay pobre evidencia en contra.
E. Hay buena evidencia en contra.