La bronquiolitis aguda es la causa más frecuente de hospitalizaciones infantiles durante la época invernal. Aproximadamente un 60% de niños con el bronquiolitis responde modestamente a los broncodilatadores inhalados; sin embargo, el impacto significante en las hospitalizaciones no ha sido demonstrado.
Aunque la inflamación de la vía aérea es uno de los sellos patológicos de la bronquilitis, la eficacia de los corticoides no fue aún establecida. Esta falta de evidencia es contraria a las expectativas del beneficio debido a la fisiopatología que ofrece la bronquiolitis y la eficacia demostrada de los corticoides en las enfermedades respiratoria estrechamente relacionadas, el asma y el crup.
Métodos
Con el objetivo de evaluar la eficacia de la dexametasona oral en pacientes con bronquiolitis aguda, se llevó a cabo un trabajo doble ciego aleatorio controlado por placebo, dirigido por S. Schub y col. en Toronto, Canadá. Se trató de un estudio que involucró a 70 niños menores de 2 años, con su primer episodio de bronquiolitis moderada a severa (Enfermedad respiratoria valorada instrumentalmente menor o igual a 6). El criterio de exclusión incluyó a los niños con la historia anterior de broncoespasmos o de terapia con broncodilatores, los prematuros, los que recibieron ARM neonatal, enfermedad cardíaca/pulmonar crónica, la aspiración, problemas neurológicos/neuromusculares e inmunodeficiencia. También fueron excluidos aquellos niños extremamente enfermos que requirieron la estabilización de la vía aérea inmediata, niños que previamente recibieron corticoides orales o inhalatorios, y los que estuvieron expuestos a la varicela dentro de los 21 días antes del ingreso.
Los pacientes recibieron 1 dosis de 1 mg/kg de dexametasona oral o placebo y fueron evaluados a cada hora por un período de 4 horas. En ambos grupos se utilizaron nebulizaciones con albuterol (ventolin) con oxígeno y máscara a los 0, 30, 60, y 120 minutos. Se evaluaron los resultados clínicos en forma horaria durante las 4 horas en el departamento de emergencia y en la casa del paciente en día 7. Se telefonearon los padres de todos los pacientes en día 28 para supervisar la resolución de los síntoma y las recaídas. Los análisis de regresión medidos en forma continua mostraron cambios en el score de Valoración Respiratoria (RACS).
Resultados
Se obtuvieron los siguientes resultados: Los 2 grupos tenían características basales similares con un registro de Valoración de Enfermedad Respiratoria de 9.4 ± 2.3 en el grupo que recibió dexametasona (n = 36) y 10.0 ± 2.7 en el grupo placebo (n = 34). El RACS era de -5.0 ± 3.1 en el grupo que usó dexametasona y -3.2 ± 3.7 en el grupo que recibió placebo (P = 0.29). Se obtuvieron RACS leves en los dos grupos, 41% y 17% en el grupo placebo y en el grupo dexametasona respectivamente (P = 0.34). De los niños tratados con dexametasona, se hospitalizaron 19% comparado con 44% en el grupo del placebo (P = 0.39). No había ninguna diferencia en el RACS entre los grupos en día 7 (P = 0.75).
Artículo comentado por el Dr. Edgardo Checcacci, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Pediatría.