Sistema Inmune

Actualización en Quimiocinas

Los mas importantes facilitadores de la migración de las células del sistema inmune son estas moléculas.

Autor/a: Horacio M. Serra* y Ana Lía Mariani **

Fuente: AAIC volumen 32 , Suplemento 2 , Agosto , Año 2001

Indice
1. Desarrollo
2. Diferenciación y funciones efectoras de linfocitos
3. Bibliografía

El movimiento celular y la ubicación de las células del sistema inmune es una propiedad fundamental de este sistema porque le permite organizarse, generar y cumplir con sus funciones efectoras en forma eficiente.

En los mamíferos, los más importantes facilitadores de la migración leucocitaria son una clase de citocinas quimiotácticas (quimiocinas) que se unen a una gran subfamilia de receptores acoplados a la proteína G (RQ). En vertebrados primitivos y Drosophila ya existía un sistema rudimentario de quimiocinas (Q) que probablemente funcionaba guiando el movimiento celular durante morfogénesis y la respuesta inmune innata. CXCL12 y su receptor CXCR4 son los candidatos de los primeros en aparecer en la filogenia porque están involucrados en muchas funciones fuera del sistema inmune.

Durante la evolución de las especies, hubo un aumento en la complejidad de las interacciones celulares en el sistema inmune y la duplicación génica estableció un rico repertorio de Q y RQ (1).

¿Por qué es necesario saber qué son las Q? Esta brevísima síntesis intentará presentar a estas verdaderas protagonistas de la respuesta inmune y sus múltiples actividades con el objetivo de convencer al lector de que es imprescindible conocerlas y en la medida de lo posible también sería muy bueno "invertir" en ellas. Hace más de 16 años fue descubierto el primer miembro de esta gran familia (factor plaquetario 4), sin e m b a rgo las Q no fueron reconocidas como tales hasta la caracterización de la IL-8 en 1987.

Las primeras Q fueron descubiertas debido a su asociación con respuestas inflamatorias, aunque recientemente el secuenciamiento del genoma ha agregado nuevos miembros (más de 50 Q), las cuales de acuerdo con la configuración de residuos cisteina cercanos a la porción amino terminal se clasifican en 4 subfamilias (C, CC, CXC, y CX3C) (2).

Otra forma de clasificarlas las agrupa en dos subgrupos :

o Quimiocinas inflamatorias o inducibles: expresadas en tejidos inflamados por células residentes e inflamatorias en respuesta a citocinas proinflamatorias o al contacto con agentes patogénicos (I-TAC, MIG, IP10, RANTES, Eotaxinas, MIPs, MCPs). Las mismas son vistas como señales "SOS" de las células de los vertebrados para atraer leucocitos a un área agredida.

o Quimiocinas homeostáticas, constitutivas, o linfoides
: producidas en discretos microambientes en tejidos linfoides o no (SDF-1, BCA-1, TECK, DC-CK1, CTACK, ELC). Son las responsables del tráfico leucocitario basal y de la arquitectura de los órganos linfáticos secundarios.

o Quimiocinas tales como MDC, TARC, LARC y SLC con propiedades de los dos subgrupos anteriores (3).

Las Q linfoides están reguladas por ligandos de la familia del TNFa ( LT-a b), mientras que las QQ inflamatorias son reguladas por citoquinas como IL-1, INFg o IL-4.
En 1991 se clonó el primer RQ (IL-8) y ahora hay más de 20 identificados, los cuales tienen semejanzas con receptores de neuropéptidos, receptores del componente C5a y formyl péptido

El principal blanco de estas moléculas son las células derivadas de la médula ósea, cumpliendo un rol central en la fisiología leucocitaria, tanto en el tráfico basal como inflamatorio. El control de la recirculación linfocitaria (la más compleja de todos los leucocitos) es la principal tarea de las Q (4), pero no la única, ya que existen hoy un número creciente de evidencias de funciones no relacionadas a la migración.

Entre dichos efectos podemos mencionar:

o transcripción de genes,
o exocitosis de gránulos,
o efectos mitogénicos,
o apoptosis.