La noción de una asimetría funcional entre ambos hemisferios cerebrales es indisociable del nacimiento de la neuropsicología moderna y de los trabajos de Broca sobre la localización cerebral de la articulación del lenguaje en el hemisferio izquierdo (1). Wernicke (2) y después Liepmann (3), admitieron que este jugaba un rol prevalente en el lenguaje verbal y en la actividad gestual (praxias). Así privado del gesto y de la palabra el hemisferio derecho quedó reducido al hemisferio "menor" (4).
En este contexto histórico, la noción de una dominancia cerebral se encuentra asociada no solo a la primacía del hemisferio izquierdo en el lenguaje y en el gesto, sino también a la idea de exclusividad de esta corteza en la vida mental.
El estudio de la dominancia juega un rol sumamente importante en los trastornos de las funciones cerebrales superiores, y nos pone frente al misterioso mecanismo que presupone la existencia de dos cerebros, los cuales son morfológicamente similares pero funcionalmente diferentes.
El lenguaje y el gesto se encuentran lateralizados al hemisferio izquierdo, pero también lo están otras funciones como la atención y el manejo del espacio, estas últimas al derecho (4).
El hemisferio derecho tiene tres características fundamentales, no interviene en forma importante en las grandes funciones del lenguaje salvo por tener un rol en la actividad de comprensión abstracta y figurativa del mismo, la prosodia y la recuperación luego de una lesión izquierda; es dominante para ciertos aspectos atencionales, así como para las operaciones espaciales; y su lesión genera frecuentemente comportamientos fabulatorios, y síndromes de aspecto neuropsiquiátrico (5).
Las funciones cerebrales superiores son estudiadas por la Neuropsicología, dejando los trastornos de conducta secundarios a lesiones orgánicas cerebrales para la Neuropsiquiatría (4).
No sólo las funciones neuropsicológicas se encuentran lateralizadas en nuestro cerebro sino también las neuropsiquiátricas (4).
Se presentan y discuten tres pacientes con trastornos psiquiátricos posteriores a una lesión del hemisferio cerebral derecho.