La glucemia no en ayunas o al azar es barata y de fácil realización. En ausencia de descompensación metabólica el valor de 11,1 mmol/L o mayor (= 200 mg/dL) junto con los síntomas clásicos de diabetes obligan a una segunda prueba para confirmar el diagnóstico.
Las consecuencias del descenso del umbral de la glucemia, de 7,8 mmol/L a 7,0 mmol/L (140 mg/dL a 126 mg/dL) aún no son claras, estimándose que aumentaría la prevalencia de la diabetes que se diagnostica en la práctica clínica.
Los autores sostienen que la PTG tiene baja reproducibilidad y que su carácter de estándar de oro derivó de su uso tan amplio en los trabajos de investigación sin que lo justifiquen sus cualidades.
Si bien algunos autores aconsejan su uso para el diagnóstico de la diabetes, agregan los autores, no se recomienda para ese fin ya que hay enfermedades que disminuyen la vida media eritrocitaria modificando así la concentración de hemoglobina glicosilada. "El cambio en el criterio diagnóstico (de 7,8 mmol/L a 7,0 mmol/L debería ser estudiado desde el punto de vista de su impacto sobre la salud, los costos y el bienestar de los enfermos."
Los responsables del trabajo intentaron estimar los casos adicionales de retinopatía diabética que podrían ser revelados al diagnosticar diabetes con estos valores límites.
En un estudio anterior, informan, se verificó que entre estos dos valores existía una prevalencia de 5,4% de retinopatía que no se hubiese diagnosticado con el uso del umbral más elevado; en otro ensayo esta cifra alcanzó el 12%.
No obstante, estos hallazgos pertenecen a un pequeño número de pacientes estudiados, con una retinopatía que no requería tratamiento y el hecho de que los estudios eran transversales.
La disminución del umbral diagnóstico de la diabetes se asocia con los costos y los riesgos que surgen de la mayor cantidad de visitas médicas y controles de laboratorio, así como del impacto psicológico y social de recibir el diagnóstico; esto tendría como consecuencia desde el aumento de la ansiedad hasta dificultades reales para la obtención de seguros de vida y salud.
Aun diagnosticados como diabéticos, muchas personas o la mayoría de las que tienen glucemias de 7,0 mmol/L a 7,7 mmol/L tienen valores de hemoglobina A1c inferiores a los límites recomendados para hacer el tratamiento farmacológico.
Los autores opinan que en ausencia de embarazo o de descompensación metabólica una primera medición de glucemia en ayunas de 7,0 mmol/L o superior (126 mg/dL), o glucemia no en ayunas =11,1 mmol/L (200 mg/dL) obliga a realizar alguno de estos análisis nuevamente en días separados. Alternativamente, puede indicarse la medición de hemoglobina A1c para establecer el diagnóstico.
Otro enfoque consiste en diagnosticar la diabetes ante valores patológicos simultáneos de glucosa no en ayunas y de hemoglobina A1c: si sólo uno de estos valores es patológico debe evaluarse la glucemia en ayunas.
Si los resultados de la glucemia se encuentran entre 6,1 mmol/L y 7.0 mmol/L es aconsejable indicar ejercicios y dieta, y repetir los estudios cada 1 a 3 años. Es también importante la búsqueda de factores de riesgo en estos pacientes. Con la exclusión de las embarazadas, la PTG no se recomienda en adultos