Tras estudiar un grupo de 4.735 individuos, han descubierto que los ancianos más débiles tienen más probabilidades de presentar más inflamación, así como más actividad coagulante que los individuos ancianos más activos.
Se sabe bien que la debilidad aumenta con la edad y que está relacionada con un mayor riesgo de muerte, discapacidad y dependencia. Los afectados experimentan pérdida de peso, debilidad muscular y fatiga.
En el estudio, tomaron muestras de sangre a los participantes, de los que 299 fueron diagnosticados de debilidad. En las muestras de estos últimos se encontraron más signos de inflamación, una actividad coagulante incrementada y un metabolismo alterado de los hidratos de carbono. "El torrente sanguíneo lleva la inflamación a todas partes del organismo. Es un proceso generalizado que probablemente afecta a todos los músculos. Puede ser la causa de lo que llamamos debilidad del anciano, caracterizada por poca resistencia al ejercicio y baja actividad. Es posible que estas personas sean menos activas debido a la debilidad muscular", explican los autores
Webs Relacionadas
Johns Hopkins University
http://www.jhu.edu/
Archives of Internal Medicine
http://archinte.ama-assn.org/