La sustancia ensayada es el factor de crecimiento fibroblástico (FGF), que se ha ensayado en un grupo de 174 pacientes afectados por la citada enfermedad, caracterizada por calambres y debilidad de las piernas durante el ejercicio y causada por la formación de placas ateroma en las arterias de las piernas.
Un grupo de pacientes recibió dos infusiones mensuales de FGF-2 directamente en las arterias, otro grupo una sola infusión mensual seguida de placebo y un tercer grupo dos infusiones de placebo.
A los 90 días de la primera dosis, los que recibieron una infusión del fármaco fueron capaces de caminar casi 2 minutos más en una prueba de ejercicio respecto a su capacidad antes del tratamiento. Los receptores de dos infusiones mensuales aumentaron su tiempo de capacidad en 1,5 minutos. Entre los del grupo placebo, ese tiempo aumentó, pero no llegó al minuto.
Así, el estudio muestra que una sola dosis de FGF ya produce resultados. Si bien pueden considerarse modestos, los autores consideran que la mejoría observada marca diferencias en cuanto a la capacidad de muchos pacientes para desarrollar actividades de la vida cotidiana que en la actualidad les impide su enfermedad.