En septiembre de 2000 "JAMA" publicó los resultados de un ensayo con 8.000 pacientes con artritis que pareció mostrar que los pacientes que tomaban celecoxib padecieron menores efectos secundarios sobre el estómago que aquellos que usaron AINE clásicos. De media, el 1,4% de los pacientes que tomaron AINE clásicos (ibuprofeno y diclofenaco) sufrieron síntomas de úlcera, frente al 1% de los que usaron celecoxib.
Ahora, dos editoriales del "British Medical Journal" explican que el estudio original tenía significativos defectos de diseño: combinó los hallazgos de dos estudios distintos e incluyó los resultados de sólo los primeros seis meses del ensayo (cuando ya estaban disponibles todos), mientras que los ensayos normalmente recogen datos de 12 a 15 meses. "Cuando se analizaron los datos del periodo completo, celecoxib no produjo menos complicaciones por úlcera que los dos AINE clásicos", explica el equipo del Dr. Meter Juni de la Universidad de Bristol (Reino Unido) en la revista.
"Hay menos certeza alrededor de los inhibidores de la COX-2 de las que se reconocen", explicó el Dr. Juni. Sin embargo, representantes de Pharmacia en Estados Unidos, fabricantes del inhibidor de la COX-2 celecoxib, negaron que defectos en el estudio pusieran en entredicho los resultados iniciales.
"No hay evidencia que apoye la noción de que celecoxib produce menos complicaciones de este tipo en el tratamiento a largo plazo que los AINE clásicos", declaró el Dr. Juni.
En el segundo editorial, los doctores Hawkey y Skelly del Hospital Universitario de Nottingham (Reino Unido) sugieren que la falta de beneficios obtenidos en el ensayo mencionado con este inhibidor de la COX-2 podría no deberse tanto a las características del fármaco como a los defectos de diseño del estudio.
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