Es un estudio de cohorte retrospectivo de todos los niños con el cáncer admitidos en el hospital de Boston, con fiebre y neutropenia en un período de un año. Se definió como neutropenia absoluta un recuento de neutrófilos <500 cells/mm y fiebre como un solo registro mayor a 38.5°C. dentro de las 6 horas antes o en el momento de evaluación Se definieron los pacientes a priori como de bajo riesgo a aquellos enfermos que se encontraban en tratamiento ambulatorio al momento de la presentación de la neutropenia febril, que tenían una duración anticipada de neutropenia menor de 7 días, y no tenían ninguna comorbilidad significante ( Hipotensión. Taquipnea o hipoxemia -saturación menor a 94% - Alteración del estado de conciencia. Mucositis que requiere narcóticos intravenoso. Dolor abdominal o vómitos. Evidencia de infección focal significante; celulitis o absceso perirrectal. Otras razones más allá de la neutropenia que requieren hospitalización). Todos los otros pacientes fueron considerados de alto riesgo.
Se registraron 188 admisiones en 104 pacientes con neutropenia febril durante el período del estudio. De estos 47% era el riesgo alto y 53% eran el riesgo bajo. La duración de fiebre no era significativamente diferente en los dos grupos. Sin embargo, la duración de neutropenia y la permanencia en el hospital era significativamente más larga en el grupo de alto riesgo. La frecuencia de bacteriemia u otra infección documentada, y las complicaciones médicas mas severas eran significativamente diferentes en los dos grupos. En total, la proporción de cualquier evento adverso era 4% en el grupo de bajo riesgo contra 41% en el grupo de alto riesgo.
Los autores de este estudio concluyen que la utilización de un criterio simple disponible para el médico en el momento de evaluación del niño con cáncer que tiene fiebre y neutropenia permite la selección de una población con bajo riesgo para bacteriemia, complicaciones severas o la muerte, permitiendo a estos pacientes recibir una terapia antibiótica simplificada, mejorando la calidad de vida y disminuyendo los costos
* Artículo comentado por el Dr. Checcaci Edgardo, médico pediatra, editor responsable