En la edición electrónica de "Nature Immunology", los autores explican que la citada bacteria no desencadena una potente producción de anticuerpos y que el sistema inmunitario carece contra ella de lo que se conoce como memoria inmune, lo que significa que una misma persona puede infectarse repetidamente incluso de la misma cepa.
Pero ahora parece ser que N. gonorrhoeae depende de una proteína llamada Opa52 para suprimir la respuesta inmune. Esta proteína se une a las células humanas –a un receptor llamado CEACAM1 de los linfocitos T-, de modo que la bacteria pasa desapercibida para los linfocitos que deben combatirla.
El hallazgo puede tener implicaciones en el tratamiento de la gonorrea y otras enfermedades, puesto que algunos agentes patógenos causantes de meningitis también se unen al receptor CEACAM1.