Técnicas quirúrgicas

Cierre abdominal mediante contención dinámica en pacientes críticamente enfermos

El manejo del abdomen abierto en presencia de distensión visceral masiva o de abscesos extensos puede constituir un escenario quirúrgico extremadamente difícil.

Autor/a: Dr. Koniaris LG y col.

Indice
1. Técnica quirúrgica
2. Comentario
3. Bibliografía

Se describe en este artículo la técnica y los resultados del uso de suturas de contención dinámica en 13 pacientes con catástrofes abdominales después de traumatismos, reconstrucción vascular, resección tumoral e infección intraabdominal. Tres de esos pacientes murieron en el postoperatorio por su cuadro crítico; los 10 restantes sobrevivieron y fueron dados de alta sin fístulas y sólo uno presentó eventración (10%).

Las suturas de contención dinámica han probado ser una técnica de utilidad para el cierre de abdómenes complejos, con baja tasa de complicaciones. En pacientes adecuadamente seleccionados esta técnica evita el uso de mallas o de otros procedimientos quirúrgicos adicionales, como injertos de piel o reconstrucción plástica de la pared abdominal.

Una vez que se ha tomado la decisión de diferir el cierre abdominal se instala un drenaje aspirativo de tipo cerrado en la cavidad y una bolsa grande intestinal (Isodrape; Microtek, Staffordshire, England) cubriendo las vísceras y el epiplón mayor. Los ángulos de la bolsa se introducen en cada uno de los cuadrantes de la cavidad abdominal y la bolsa es dejada plana. El epiplón mayor sirve como una barrera adicional para evitar la lesión visceral y debe interponerse por debajo de la bolsa lo más anterior que sea posible.

Se colocan 4 o más compresas humedecidas del tipo de las usadas en los quemados (Kendall, Mansfield, Mass) en los cuadrantes abdominales sobre la bolsa y por debajo del peritoneo parietal. Luego se instalan 4 o 5 suturas de contención (como se observa en la Figura 1) de poliéster trenzado N° 5 (Polydek; Deknatel, Fall River, Mass) pasando a través de un apoyo de diámetro considerable - por lo general una sonda de Foley de silastic 26Fr - piel y aponeurosis.
Para evitar el contacto de las suturas tensas con las vísceras, éstas son colocadas extraperitonealmente. Se debe cuidar que las compresas humedecidas queden interpuestas entre las suturas y la bolsa intestinal para evitar que las mismas corten o erosionen las vísceras.

Los autores recomiendan no ajustar más allá del punto en donde el pico de presión de la vía aérea comienza a elevarse, mediante un seminudo colocando una pinza de Crile o de Kelly para evitar su deslizamiento. Una segunda capa de compresas humedecidas y un apósito oclusivo (Ioban; 3M, Saint Paul, Minn) se colocan sobre la herida dejando un drenaje (Jackson-Pratt; Baxter, McGaw Park, Ill) con aspiración continua por debajo del apósito oclusivo para controlar los efluentes líquidos.

En la terapia, las suturas se pueden ir ajustando a medida que el contenido abdominal lo permita, vigilando siempre el flujo urinario y el respiratorio para evitar una tensión de cierre excesiva. Según la evolución del paciente, el abdomen puede ser posteriormente cerrado en quirófano de la manera habitual, o en la propia terapia, ajustado las suturas de contención hasta que los bordes de la aponeurosis contacten. Ello usualmente ocurre entre las 72 y las 96 horas. En el caso de infecciones abdominales se puede proceder al recambio de los apósitos en condiciones de esterilidad y esperar hasta que proceso séptico esté controlado para proceder al cierre.

Cuando se opta por un cierre diferido en quirófano, luego de remover los apósitos y la bolsa se irriga copiosamente el abdomen y la línea media se cierra ya sea mediante sutura continua o con puntos separados, según la preferencia del cirujano.