Dado que desde hace largo tiempo el cúbito varo ha sido considerado meramente una deformidad cosmética, un grupo de investigadores ha realizado un estudio para demostrar una relación causal entre el cúbito varo y la inestabilidad del codo.
En un total de 24 pacientes (25 extremidades) con una deformidad por cúbito varo luego de una fractura humeral distal pediátrica o como resultado de una anomalía congénita (3 extremidades de dos pacientes), se desarrolló una inestabilidad rotatoria posterolateral tardía en el codo, aproximadamente entre dos a tres décadas luego de que la deformidad se manifestó. Los pacientes presentaban dolor lateral del codo y una inestabilidad recurrente. La deformidad promedio del varo fue de 15° (rango, 0° a 35°). Un total de 21 pacientes (22 extremidades) fueron sometidos a cirugía. El tratamiento consistió en una reconstrucción del ligamento colateral lateral y una osteotomía en 7 extremidades, una reconstrucción del ligamento sola en 10 pacientes, una osteotomía sola en 4 y una artroplastía total del codo en un paciente.
De acuerdo a los resultados obtenidos, en 3 pacientes el músculo del tríceps fue dinámicamente estimulado intraoperatoriamente hacia la contracción durante la extensión de resistencia del codo. Esto provocó una subluxación rotatoria posterolateral del codo, la cual fue revertida a través de una osteotomía correctiva y una transposición lateral de una porción de la cabeza media del tríceps que originalmente había estado unida a la región media deformada elongada del olecranon. Luego de un promedio de 3 años (mínimo 1 año) de la operación, el resultado fue bueno o excelente para 19 de las 22 extremidades que habían sido sometidas a operación; 3 extremidades presentaron una inestabilidad persistente.
En presencia de un cúbito varo, el eje mecánico, el olecranon y la línea del tríceps están desplazados de manera central. La fuerza de torsión de la rotación externa repetitiva en el cúbito provocada por estas deformidades pueden estirar el ligamento complejo colateral lateral y dar como resultado una inestabilidad roratoria posterolateral. Una deformidad secundaria del cúbito varo hacia la malaunión supracondilar o una deformidad congénita de la parte distal del húmero puede no ser siempre una condición benigna y puede tener importantes implicaciones clínicas a largo plazo. Aunque la corrección operatoria puede mejorar los síntomas de la inestabilidad, las indicaciones para una osteotomía correctiva predictiva aún debe ser determinada.