En el año 1999, fue aprobada en los Estados Unidos la combinación de quinupristina streptograminas y dalfopristina para el tratamiento de las infecciones por Enterococcis Faecium resistente a la vancomicina. Desde 1974, otra sptreptogramina, conocido como virginiamicina, ha sido utilizado en concentraciones subterapéuticas para promover el crecimiento de animales de granja, incluyendo pollos. Basados en estos antecedentes, un estudio llevado a cabo por investigadores norteamericano intentó determinar la frecuencia de E faecium resistente a quinupristina-dalfopristina.
Durante el estudio se utilizaron medios selectivos para el cultivo de muestras provenientes de pollos adquiridos en supermercados de los estados de Georgia, Maryland, Minnesota y Oregon y para muestras de heces provenientes de pacientes externos.
Entre el mes de Julio del año 1998 y el mes de junio del año 1999, fueron cultivadas muestras de 407 pollos adquiridos en 26 supermercados de los 4 estados mencionados junto con 334 muestras de heces provenientes de pacientes externos. Los resultados obtenidos indicaron que la E faecium resistente a quinupristina-dalfopristina fue aislada del cuerpo de 237 pollos y de 3 muestras de heces.
Las muestras aisladas resistentes provenientes de heces, exhibieron un bajo nivel de resistencia (concentración inhibitoria mínima [MIC] de 4µg por mililitro; la resistencia fue definida como una MIC de al menos 4µg por mililitro). Contrariamente, las muestras aisladas resistentes provenientes de los pollos, mostraron en general niveles más altos de resistencia (MIC oscilaba entre los 4 y los 32 µg por mililitro; la MIC requerida para inhibir el 50% de las muestras fue de 8 µg por mililitro).
Los hallazgos relevados indican que la E faecium resistente a quinuspristina-dalfopristina contamina una amplia proporción de los pollos comprados en los supermercados norteamericanos. Sin embargo, los investigadores sostienen que la baja prevalencia y el bajo nivel de resistencia de estas cepas en las muestras obtenidas de heces humanas sugieren que el uso de la virginiamycina en animales aún no ha tenido una influencia sustancial. La diseminación de una resistencia nacida en los alimentos podría incrementarse, tal como se ha incrementado el uso clínico de quinupristin-dalfopristin.